Periodismo de Impacto

Nueva vida para botellas usadas

24.06.2016

Ciudad de México, México
La vida de una botella no tiene que terminar en un basurero, ni solo en la simple refundición... ¿por qué no como una joya? ¿o como un objeto útil/decorativo...?

Esa es la idea de “Cerrando el Ciclo”, una Asociación Civil establecida en México que a la fecha ha reciclado toneladas de vidrio derivado de botellas y en el camino concedido cientos de becas de estudios, empleado y entrenado a docenas de personas en el populoso barrio de Ciudad Netzahualcóyotl, en los suburbios de la Ciudad de México.

Descrita alguna vez como la villa miseria más grande del mundo, la chocante mezcla de clase media naciente y pobreza es tan visible en Ciudad Netzahualcóyotl como las calles nuevamente urbanizadas y las callejuelas donde todavía hay más lodo que pavimento. Y donde para bien o para mal se acumulan los desechos.

Es ahí donde trabaja “Cerrando el Ciclo”, que alienta la recolección de botellas de vidrio en la zona y las canjea por productos de canasta básica, para reciclarlas como objetos decorativos y hasta útiles, o entregarlos a una empresa que las reinserta en la cadena productiva.

Esa idea es parte de una lucha: si, hay centros de recolección de basura y una creciente tendencia al reciclaje, pero el bajo costo del vidrio (40 centavos mexicanos, unos 2.5 centavos de dólar) no alienta la recolección.

Aún así Julia Novelo, socia cofundadora de “Cerrando el Ciclo” es optimista, sobre todo porque poco a poco realizar avances y ahora se aprestan a poner puntos de venta permanentes para productos que van de Joyería a charolas, de vasos a pulseras y hasta mesas.

“Hemos tenido muy buena recepción”, comentó durante una reciente conversación. No solo en términos del reciclaje sino de la parte social: de acuerdo con Novelo, quienes conocen del proyecto comienzan a ver los residuos como un posible factor de ayuda económica y de hecho acercan la educación ambiental a familias y comunidad.

Por lo pronto, tienen seis becarias -madres solteras-que recien capacitación, y se preparan ya al trabajo para el que desde mayo recibirán a estudiantes universitarios para sus prácticas profesionales, lo que incrementará a 15 el número de personas en una asociación nacida hace apenas tres años, derivada de un proyecto social en una empresa cervecera -que ya no los apoya- y que poco a poco se ha asentado y busca la autosuficiencia.

“Cerrando el Ciclo A.C.” es una asociación civil que promueve el acopio, reuso y reciclaje de residuos encontrados en la calle para su transformación en joyas de cristal; con ello, alientan programas que ayudan a limpiar la ciudad con una política de inclusión laboral social que apoya a los más desfavorecidos.

Según “Cerrando el Ciclo, A.C.”, su punto de partida es “capacitar y apoyar a personas en situación de vulnerabilidad para fabricar artículos a partir de residuos urbanos a la vez que les facilitan la infraestructura necesaria. El ciclo se cierra con el apoyo de comercialización de dichos productos. Con ello, se recoge basura de la calle, se recicla, se reusa y se le da nueva vida. Es decir, impulsan la creatividad ambiental con inclusión laboral”.

La idea surge precisamente de esas botellas de vidrio que se encuentran tiradas en las calles de la capital mexicana, como en las de todas las grandes ciudades.

De acuerdo con José Luis Pérez González, su fundador, se estima que en México cada habitante genera alrededor de 900 gramos de residuos al día, en variaciones que van de los 400 gramos en zonas rurales, hasta un aproximado de 1.5 kilos en zonas metropolitanas, o sea cerca de 37 millones de toneladas de “basura” al año.

Esa situación obliga a medidas grandes y pequeñas, y a responsabilidades.

Nacida en 2013, sus números actuales parecen pequeños pero describen una actividad en crecimiento. “Hemos recolectado 3,722 kilos de vidrio reciclado, 132 personas capacitadas, 57,709 pesos en becas, 2,417 personas han sentido su impacto”, afirma la organización.

Pero son hechos concretos. Números reales.
En el camino la empresa ha conseguido la colaboración, la simpatía o el apoyo de los ayuntamientos de Netzahualcóyotl y municipios vecinos, así como de grandes empresas, nacionales y trasnacionales.

Y de pasada también ha dado cursos, que se pueden encontrar en YouTube, sobre el reciclaje de las curvilíneas y ubicuas botellas de un famoso refresco de cola, o de cervezas y botellas de vino. Unas son convertidas en aretes o pulseras, o en mancuernillas; otras en lámparas, o mesas, o vasos...

De acuerdo con la propia organización, su estructura plantea equipos enfocados en el trabajo con grupos vulnerables, empresas y comunidad.
El área de “Grupos Vulnerables” busca generar los talleres y equipos de trabajo entre los más desfavorecidos para que puedan ganarse la vida dignamente. El área de “Empresas” busca fomentar el movimiento entre organismos privados que generan residuos regulares. Mientras que el área de “Comunidad” busca difundir los beneficios de su propuesta y trasladarlos a la sociedad civil en general.

De hecho, ya hay interés en sus productos, o en su trabajo en los estados de Veracruz, Puebla y Quintana Roo-.
El tamaño actual de “Cerrando el Ciclo” no parece congruente con sus ambiciones ni con su impacto. Pero sus fundadores están seguros de que crecerá y será autosustentable.