Tegucigalpa, Honduras.- Aunque los hondureños acudieron a las urnas en estas elecciones primarias de 2025, la participación electoral apenas creció, pero ese aumento no fue significativo si se compara con el número de personas habilitadas para ejercer el sufragio.
Parte de estos números, según expertos, se debió al retraso de hasta 15 horas en la entrega de material electoral en los centros de votación del Distrito Central y San Pedro Sula, dos de las ciudades con mayor carga electoral.
El resultado, según un análisis realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus, se reflejó en una disminución de 9 puntos porcentuales, si lo comparamos con las personas que acudieron a las urnas en las primarias de 2021.
Este rotativo comparó el número de participación (los que acudieron a votar) frente a la carga electoral de ambas elecciones. Por ejemplo, en las primarias de 2021 estaban aptos para votar más de 4.8 millones de compatriotas mayores de 18 años, sin embargo, solo ejerció el sufragio un poco más de 2.5 millones, el equivalente al 52%.
En los comicios de 2025, la carga electoral aumentó a 5.8 millones, pero el número de votantes prácticamente se mantuvo (aumentó apenas por 18,399 votantes). Esto significa que solo el 43% de los hondureños aptos para votar acudieron a las urnas, es decir, no alcanzó ni la mitad.
Al comparar el porcentaje de votantes de la elección pasada con las elecciones primarias de 2025, dio como resultado una baja de 9 puntos porcentuales.
El analista Héctor Soto coincidió con el análisis realizado por este rotativo, pues consideró que en números absolutos se observa que los resultados estuvieron dentro de las cifras históricas, pero al ver los valores relativos (porcentaje) se redujo.
Soto afirmó que esto se debe a tres elementos: la distorsión y dificultades para apertura de mesas electorales en Cortés y Francisco Morazán el pasado 9 de marzo, la ausencia del voto independiente que sintió que su participación era innecesaria en las primarias y que las candidaturas hegemónicas desestimularon a la población para que pudiera decidir por un candidato, porque prácticamente ya estaba elegido.
El experto se refirió específicamente a Nasry “Tito” Asfura, en el Partido Nacional; así como Rixi Moncada, en Libre, quienes fueron a las primarias, pero era prácticamente indiscutible que ganarían las candidaturas en sus instituciones políticas.
“Esa sensación de las criaturas hegemónicas al nivel presidencial, donde la cosa ya está resuelta, también reduce la participación”, analizó Soto.
Sobre el boicot del 9 de marzo de 2025, cuando se celebraron las elecciones primarias, afirmó que eso desalentó a la población para acudir a las urnas, sobre todo cuando ocurrió en Tegucigalpa y San Pedro Sula, que “están en Cortés y Francisco Morazán, respectivamente, y hay que recordar que estos dos departamentos tienen más de un millón de electores, o sea, más de la tercera parte de la carga (electoral) del país están en estos dos departamentos”.
Libre aumentó caudal electoral, en el PN y PL disminuyó
Mientras el Partido Libertad y Refundación (Libre) aumentó su caudal electoral, los partidos Nacional y Liberal perdieron miles de votantes en las primarias 2025. Aún así, el partido de la estrella solitaria se consolidó como el más votado.
Los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), oficializados el martes, indican que el Partido Libre sacó en estos comicios 727,783 votos, unos 165 mil más en comparación con los resultados de 2021, cuando superó los 562,430 sufragios.
Incluso, los datos reflejan que desde los comicios de 2017 esta institución política aumentó considerablemente su caudal electoral.
El número de votos, incluso, evidencian que el partido oficialista es el único que creció, mientras que el Liberal y Nacional muestran una baja.
Según Soto, a Libre le sirvió estar en poder para poder alcanzar ese apoyo, justo como le ha pasado a muchos partidos en diferentes momentos.
Lo catalogó como un crecimiento “realmente asombroso” porque “un partido que crezca en militancia más del 50%, pues no deja de sorprender, hay que indagar realmente cuáles fueron los elementos clave de ese crecimiento”.
Incluso, Soto aseguró que parte de ese desempeño se percibe que fue gracias al voto rural.
Sobre el Partido Nacional, el más golpeado en estos comicios, mencionó que es la primera vez que acude a comicios interno siendo oposición después del golpe de Estado, entonces “sin el músculo de la burocracia estatal, ni de los beneficios que genera estar en el poder para atraer electores, eso marcó”.
Los datos del CNE evidencian que el partido de la estrella solitaria solo sacó 825,256 votos, unos 342 mil menos en comparación con las elecciones primarias de 2021.
Para ese proceso electoral, cuando el Partido Nacional fue derrotado y Libre llegó al poder, pasaron los 1.1 millones de votantes. El Partido Nacional alcanzó en 2017 el número más alto de votantes (superó los 1.3 millones), pero aún el poder se vino en declive en las siguientes elecciones.
Según Soto, esto no solo ocurrió por la dificultad de acceder a recursos financieros para hacer campaña, sino que “la línea ética del Partido Nacional y las dificultades que muchos de sus líderes han tenido con la justicia pasaron factura”.
A esto se sumaron los cuestionamientos de la ciudadanía alrededor del desempeño que tuvo el Partido Nacional en tiempos de pandemia. “Creo que eso marcó y golpeó mucho esa caída”, evaluó Soto.
Del partido rojo, blanco, rojo recordó que la última vez que ganó unas elecciones fue en 2005, cuando Manuel Zelaya Rosales fue electo presidente, sin embargo, después del golpe de Estado ha quedado rezagado.
Precisamente eso reflejan los últimos cuatro procesos electorales, en los que los liberales se convirtieron en la sombra del Partido Nacional y luego, con la conformación de Libre, siguieron perdiendo votantes.
En los comicios de 2021 logró aumentar su caudal electoral, pero en las primarias de 2025 perdió más de 121 mil votantes.
En 2021, los liberales sumaron más 778 mil sufragios, pero en las elecciones del 9 de marzo de 2025 alcanzaron un poco más de 656 mil.
Estos números, de acuerdo con Soto, se deben a que “el Partido Liberal se siguió posicionando a lo largo de estos años, como un partido que disputaba alcaldías y congresos, y que también fue generando una desafección de buena parte del electorado que se identificaba con el Partido Liberal”.
Por otro lado estaba el “esfuerzo sostenido de Libre, de progresivamente seguir atrapando y atrapando simpatizantes y candidatos del Partido Liberal, y creo que eso también expresó su caída”, analizó.
Lamentó que los precandidatos Salvador Nasralla y Jorge Cálix, quienes generaron muchas expectativas de que harían crecer al Partido Liberal, no dejaron resultados esperados, pese a que uno habló del apoyo de votantes independientes y otro de una estructura bien definida que venía desde Libre.
