Epidemia silenciada
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Tegucigalpa, Honduras.- Definir a Salvador Nasralla, candidato presidencial del Partido Liberal, en una sola palabra resulta difícil. Polémico, voluble, simpático, narcisista, impulsivo, persistente y hasta egocéntrico. Incluso, se puede definir en una frase: el señor de la televisión o el candidato de las alianzas.
A sus 72 años de edad, en medio de una ardua y conflictiva campaña electoral, rumbo a las elecciones del 30 de noviembre, se autodefine como el “único candidato de manos limpias”, desligándose de sus correligionarios liberales, algunos acusados por el Ministerio Público (MP).
En su identificación aparece como Salvador Alejandro César Nasralla Salum, pero la gente lo conoce simplemente como Salvador Nasralla. Nacido en Tegucigalpa un 30 de enero de 1953, como resultado del amor de sus padres, Alejandro Nasralla, de descendencia libanesa, y Alicia Salum, de origen chileno y radicada en Honduras.
Siempre ha estado ligado a la empresa privada en los medios de comunicación, asegurando que “en televisión se gana mucho dinero”, siendo presentador deportivo y de programas de entretenimiento, como X-0 da Dinero, también ha entrevistado a reconocidos artistas nacionales e internacionales. Lo curioso es que este longevo hombre que aspira a la presidencia, nació, incluso, antes de que la televisión llegara a Honduras, pero es conocido como “el señor de la televisión”.
Esto le permite llevarse el pódium como el personajes más famosos de la televisión de Honduras, reconocido por sus frases como “vamos Honduras” y “tenemos portero”, que grita con emoción cuando narra los partidos de la Selección Nacional.
Salvador guardó los shorts y camisetas de playa —que usaba para animar su programas y festivales— para cambiarlos por trajes formales, sacos y corbatas, o los jeans y camisas ajustadas a su cuerpo. Ahora se viste más formal para visitar los rincones de Honduras en su campaña.
Desde que decidió unirse al Partido Liberal, en julio de 2024, renunciando el cargo como designado presidencial del partido oficialista, Libertad y Refundación (Libre), comenzó a visitar todos los departamentos del país en carro y helicóptero, casi siempre tomado de la mano de su esposa, la diputada Iroshka Elvir.
En sus caminatas y concentraciones ha propuesto eliminar la corrupción, extraditar a los narcotraficantes, generar empleo, combatir la criminalidad, construir hospitales, mejorar la educación y atraer la inversión a Honduras.
Aunque Nasralla presentó su plan de gobierno a inicios de noviembre, el analista, Luis León, afirmó que no se ha visto un documento que permita hacer una evaluación sobre si existe una visión clara de los problemas que tiene Honduras y cómo atenderlos, sobre todo cuáles son los resultados que espera de los mecanismos que implementaría.
Salvador por su parte, se siente tan seguro en su plan de gobierno, que ha asistido a los foros y debates donde ha sido invitado. Asistí a eventos en todos los espacios, contrario a sus adversarios más fuertes, Rixi Moncada de Libre y Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, quienes se han rehusado a tener un enfrentamiento cara a cara para dar a conocer su proyecto.
En el foro Honduras Conversa 2025, desarrollado por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Nasralla se calificó como un hombre de costumbres cristianas, temeroso de Dios y que con mucha lucha se preparó académicamente. EL HERALDO intentó comunicarse con Nasralla, pero su equipo no logró conceder la entrevista.
Decidió incursionar en la política en 2010 porque miraba el desorden y la corrupción que reinante en Honduras. Formó en 2011 el Partido Anticorrupción (PAC), pero debido a diferencias con otros dirigentes, terminó perdiéndolo en 2017 mediante una resolución del Consejo Nacional Electoral (CNE) y quedó en manos de Marlene Alvarenga.
Después, en 2019, formó el Partido Salvador de Honduras (PSH), que no fue inscrito para las elecciones generales de 2025 por el CNE por no reunir los requisitos. Con ese partido realizó la alianza con Libre para las elecciones de noviembre de 2021, cuando él cedió su candidatura a Xiomara Castro.
En 14 años buscando la presidencia de República, Salvador ha recorrido al menos cuatro partidos políticos: primero lo hizo con el PAC en las elecciones de 2013; luego (en 2017) encabezó la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, con Libre y el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD); después con el PSH se unió a Libre para las elecciones de 2021, donde fue el primer designado presidencial de la presidencia Xiomara Castro.
Desde 2024 decidió abandonar el segundo partido que había formado para ser la principal apuesta del Partido Liberal, que después del golpe de Estado de 2009 no había tenido tantas esperanzas de triunfo como ahora.
Marlon Lara, diputado y dirigente liberal, expresó que el hecho que Salvador Nasralla se haya sumado al partido de la bandera rojo, blanca y rojo, despertó nuevamente el entusiasmo en el liberalismo y ha logrado atraer a miles de personas que habían perdido cuando los acontecimientos del 2009.
“Al incorporarse —Nasralla—, el Partido se vuelve competitivo y ha sido un entusiasmo enorme a nivel nacional, a tal grado que ahora el Partido Liberal es el de las preferencias del liberalismo, del voto joven, del voto independiente y ya lo pone como la primera fuerza a nivel nacional”, resaltó Lara.
Para León, Salvador ya no es un “outsider” (candidato sin vínculos con partidos tradicionales) como algunos lo califican, es un político más y cuatro procesos electorales respaldan esa tesis. Consideró que su principal debilidad siempre fue que no tenía estructura para la defensa del voto y ahora el Partido Liberal sugiere que sí puede ayudarle a defender el sufragio.
Según León, aunque Nasralla no ha tenido estructura siempre ha estado posicionado, pues en 2013 obtuvo más 400,000 votos sin contar con la estructura partidaria, eso fue significativo.
En 2017, como candidato de la Alianza (él era el candidato del PSH, Pinu y Libre, porque Xiomara Castro le cedió la candidatura), él siente que ganó la elección y que tuvo un fraude que no le permitió asumir el poder, en el 2021 participó como designado presidencial y esa alianza hizo que el Libre ganara la elección, “entonces yo creo que siempre ha estado como en el top de las posibilidades de ganar”.
"La ventaja que tiene Salvador para este proceso es que está dentro de un partido que le está prometiendo poder hacerlo (ganar las elecciones), así que posibilidades tiene, pero depende de un montón de factores más que deben configurarse para poder competir lealmente por esta elección", dijo León.
El mensaje del presidenciable liberal es que si las cosas se hacen de forma honesta, el dinero alcanza para que la gente tenga la calidad de vida que merece, frases muy similares a las del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Incluso, el mismo Nasralla ha dicho abiertamente que implementará un plan de seguridad similar en Honduras.
Los cuatro pilares de su plan de gobierno, si llega a ser presidente, son: democracia y Estado de derecho, bienestar social, bienestar económico, seguridad alimentaria y prosperidad rural.
Basado en lo anterior, promete un gobierno que garantice la gobernabilidad, la transparencia, que sea anticorrupción con rendición de cuentas, digital, con un régimen departamental y de municipalismo con respeto al ser humano y a la familia.
Salvador es del criterio que Honduras tiene las oportunidades de generar trabajo. "El empleo lo produce la empresa privada, no es el Estado el que produce el empleo, el 85% del empleo lo produce la empresa privada nacional e internacional", afirmó en el foro del Cohep.
Para lograr plazas de trabajo es consciente que se debe crear un Estado competitivo, donde el costo del dinero esté al alcance de los inversionistas, que la energía eléctrica no tenga un alto costo y contar con una infraestructura que permita el desarrollo.
El candidato liberal sabe que el talón de Aquiles de los hondureños y especialmente de los jóvenes es la falta de trabajo digno y la desigualdad social, ante esto presenta seis soluciones: generación de condiciones para el empleo masivo en los primeros cuatro años y reformas al Código de Trabajo para el empleo por hora (medida que fue derogada en la gestión de Castro).
También habla de la normalización de la política monetaria, racionalización del gasto público, industrialización de la economía a través de la expansión de los polos de desarrollo y crear una nueva Ley de Apoyo y Fortalecimiento a la Micro y Pequeña Empresa.
Salvador Nasralla le apuesta al voto joven, algo curioso porque es el segundo candidato más longevo, después de Nelson Ávila. Según el Registro Nacional de las Personas (RNP) son 800,000 jóvenes los que están aptos para ejercer el sufragio el 30 de noviembre, no obstante, la juventud sigue indecisa.
León explicó que recientemente, en una encuesta realizada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se detectó que 3 de cada 5 jóvenes universitarios no han decidido por quién votar.
“Eso ya es un indicador importante para decir que no tiene el arrastre total de la juventud, pero hay cierta simpatía porque es espontáneo, no planificado, no ordenado, y la juventud actual simpatiza mucho con eso”, expresó.
El candidato plantea mejorar los puertos, como Puerto Cortés en el Atlántico, y Henecán en el Pacífico, además de preparar a los hondureños para que tengan capacidad laboral y que Honduras sea competitiva.
Por ejemplo, tiene planificado la construcción de la carretera territorial, integrada por 24 proyectos que conecten la producción con los puertos por medio de una ejecución equilibrada por zonas, desde el norte, oriente, centro, occidente y sur, que además permita descongestionar las principales ciudades de Honduras.
Para León en el plan de gobierno 2026-2030 de Salvador, “en general, no veo mayor propuesta, por lo menos técnicamente sólida, que me permita hacer una evaluación competitiva”.
Lara, por su parte, expresó que Salvador es el único que está presentando una propuesta de gobierno en beneficio de los hondureños y por eso el Partido Liberal se ha complementado con él, para cuidarle el voto en las urnas el día de las elecciones.
El inicio de la educación profesional de Salvador fue en el prestigioso Instituto San Francisco, destacándose como uno de los mejores alumnos de su generación; luego se graduó como ingeniero civil industrial, en la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1976.
Nasralla, además, obtuvo una maestría en administración de empresas, convirtiéndose en uno de los primeros Hondureños en lograr un título de posgrado, a pesar de ello, su vida la ha dedicado a los medios de comunicación.
Su carrera la inició en radio, trabajando en Emisoras Unidas entre 1966 y 1969, y también colaboró en Uniradio y Radio Católica y ha sido director y presentador del programa televisivo 5 Deportivo, que ha mantenido una transmisión ininterrumpida por más de 40 años.
En educación, Salvador pretende garantizar el acceso equitativo e inclusivo a los centros de formación, con un programa de tutorías comunitarias por medio de estudiantes universitarios, dando reforzamientos de español y matemáticas a los niños y jóvenes.
Propone un nuevo Instituto de Formación Profesional (Infop) y la reconstrucción de 2,000 escuelas por año.
Su plan en salud busca reequipar y restaurar la red hospitalaria, construir dos hospitales universitarios y dos de trauma, modernizar los hospitales regionales y los 298 centros de salud con dispensación automatizada de medicamentos.
El presentador en sus programas de televisión siempre fue crítico de los gobiernos centrales y municipales, surgiendo con el paso de los años el anhelo de ser presidente de Honduras, con la propuesta incorruptibleción y de instalar la Comisión Internacional Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), pero aún no lo ha logrado.
En su plan de gobierno incluye un Sistema Nacional de Protección Social (SNPS), programas de masificación del deporte, la ciencia, el arte y la cultura para involucrar a los niños y jóvenes de acuerdo a sus habilidades.
Por más de la mitad de su vida se mantuvo como uno de los solteros más cotizados de Honduras, hasta 2016, es decir, a los 63 años, cuando se casó con la modelo Iroshka Elvir, quien tenía 24 años en ese entonces.
Como fruto de este amor nacieron sus dos hijos: Alicia Victoria y Salvador Gabriel Nasralla Elvir, a quienes el candidato presidencial, dentro de su ajetreada agenda, siempre busca darles un espacio para compartir.
Dentro de sus planes incluye al ser humano y a la familia como base fundamental de la sociedad, garantizando los derechos humanos, teniendo en primer lugar de la agenda a la niñez, así como la protección a la mujer y crear redes de apoyo a la tercera edad.
Uno de los pilares fundamentales de todo gobierno es la seguridad alimentaria, que haya comida en el plato de los hondureños y para ello, se contempla dinamizar la economía rural, incrementando de forma sostenible la producción nacional de granos básicos y alimentos frescos.
La propuesta se complementa con la implementación de sistemas de riego y cosechadoras de agua, incluyendo paquetes tecnológicos para pequeños y medianos productores, con crédito y seguros, reza el plan de gobierno.
En seguridad y defensa proponen la derogación del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) para romper la subordinación de los otros poderes del Estado al Ejecutivo.
También planea ponerle fin al estado de excepción, crear la unidad integral contra el terrorismo, la continuidad del tratado de extradición con Estados Unidos y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Emergencia (SNE-911).
“Voten por el Partido Liberal, voten por el ingeniero Salvador Nasralla, porque es la opción verdadera que tiene este país para que en el próximo gobierno se puedan realizar muchas políticas públicas en beneficio del pueblo hondureño”, invitó Lara.