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Jóvenes recrean juego de pelota de los Mayas

Dos grupos de indígenas hondureños y guatemaltecos se enfrentaron en un partido ancestral en Copán. Para este jueves se ha programado una exposición de artesanías y un concierto por parte de Guillermo Anderson.

20.12.2012

Encendieron hogueras, tapizaron el suelo de pino y, al son de sonidos autóctonos, un grupo de indígenas de Honduras y Guatemala, vestidos con taparrabos y plumas, recrearon en Copán el ancestral juego de pelota maya.

La actividad, en la que los dos grupos de mayas-chortís jugaron en el patio de una escuela localizada frente al parque de la ciudad de Copán Ruinas, fue para conmemorar el cambio de era en el calendario maya.

Al son de música de flauta y caracoles, los participantes atrajeron la atención de un centenar de turistas que han empezado a invadir desde el lunes la ciudad, que se prepara para celebrar mañana su 13 baktun.

Los jóvenes hondureños tenían el rostro pintado de negro con un listón del mismo tono en el taparrabo y los guatemaltecos estaban pintados de blanco con cintas ataviadas de plumas de guacamaya en la frente.

Durante 50 minutos de dos tiempos, los aficionados animaron a los jugadores que, igual que hace siglos, tenían que hacer pasar la pelota de hule por un aro golpeándola con el puño, brazos, antebrazos, pecho, caderas y piernas.

Los catrachos ganaron el juegos por seis anotaciones contra cinco de los chapines.

El juego de pelota que practicaban los mayas era concebido como un ritual y terminaba con el sacrificio del capitán de uno de los equipos como ofrenda a los dioses, pero no está claro si era del perdedor o del ganador.

“No estamos seguro si se trataba de un sacrificio físico (muerte) o más bien espiritual. Tampoco sabemos si era el ganador o el perdedor el que era sometido a este”, explicó Balam David Franco, del equipo hondureño.

Aunque Jairo Medina, entrenador del equipo de Guatemala, considera que “el sacrificio era para que la tierra fuera más fértil y honrar al dios Ajaw (supremo)”.

Unos 5,000 descendientes directos de los mayas viven en 19 comunidades de los departamentos de Copán y Ocotepeque. El viernes, en el solsticio de diciembre, los mayas cerrarán una era de 5,125 años y darán la bienvenida a un nuevo ciclo.

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