Ingobernabilidad y abusos contra los opositores, la agenda del Congreso Nacional

TEGUCIGALPA, HONDURAS-. La violencia verbal, física, psicológica, la intolerancia y el radicalismo marcan actualmente la cotidianeidad y las sesiones del Congreso Nacional dirigido por el diputado Luis Redondo Guifarro, quien ocupa ese cargo impulsado por el Partido Salvador de Honduras (PSH), entidad que ahora lo desconoce.

Las agresiones van contra todos aquellos que no apoyen la agenda oficialista. El diputado de Libre Marco Eliud Girón, uno de los disidentes del partido Libertad y Refundación (Libre), denunció vía Twitter que “están tratando muy mal a los diputados de la oposición inclusive a los diputados de Libre.

Entonces, cómo va a creer que Luis Redondo va a conseguir consensos “si los trata muy mal; cuando le digo que los trata muy mal es que los está tratando como animales a los diputados”.

Mire que para entrar al Congreso “los registran como si fueran delincuentes, si solo falta que le toquen los testículos y a las mujeres que las manoseen, y esa orden la da Luis Redondo Guifarro”, señaló Girón.

Calificó al presidente del legislativo como un “déspota” como lo fue en el tiempo de la revolución francesa Luis XVI. Pero ¿qué le pasó a Luis XVI? Se preguntó, al mismo tiempo se autorespondió: “lo descabezaron”.

Desde el nombramiento de la Junta Directiva, la agresividad y la intransigencia se disparó en la cámara legislativa.

La primera manifestación se dio en la sesión del 23 de enero de 2021 cuando el diputado Rasel Tomé le lanzó un suave puntapie a su partidario Jorge Cálix, quien en ese momento aliado con el Partido Nacional intentó imponerse como titular del legislativo, rompiendo la alianza entre Libre y el Partido Salvador de Honduras (PSH).

Los cálculos de Cálix y de una veintena de diputados de Libre que lo apoyaban, entre ellos Marco Eliud Girón, fallaron. Al final con el respaldo del Ejecutivo, Redondo se impuso en la presidencia. Aunque la traición fue perdonada, los disidentes se volvieron personas de poca desconfianza y como escarmiento se les viene aplicando el marginamiento.

Igual suerte corren nueve de los diez diputados del PSH, luego de que la alianza se rompiera producto de los enfrentamientos verbales y los incumplimientos de la dirigencia de Libre hacia Salvador Nasralla. El cruce de fuego alcanzó a los diputados nasrallistas, quienes vieron como su compañero de partido y hora presidente del Congreso Luis Redondo se separaba de ellos y se volvía un azote.

En enero de 2023, los nueve diputados del PSH determinaron no apoyar la aprobación del Presupuesto General de la República, acción que no gustó a la junta directiva del Congreso Nacional, liderada por Redondo, quien como venganza los hizo a un lado en el nombramiento de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, puestos que se los repartieron Libre y los partidos Nacional y Liberal.

Para participar en las pláticas para nombrar a los 15 magistrados, la bancada del PSH nombró como representante a la diputada y abogada Maribel Espinoza, a quien no dejaron entrar a ninguna de las reuniones donde de Libre, nacionalistas y liberales se ponían de acuerdo sobre el número de magistrados que le correspondería a cada ente político.

Para la diputada Claudia Ramírez, la ruptura inicia cuando el PSH presentó en el 2022 su postura con la Ley de la Junta Nominadora para la elección de los magistrados donde se propuso una serie de artículos que llevaban implícitos las normas internacionales, pero no fueron tomados en cuenta. Luego vino una gran polarización donde ahora sobresalen los atropellos de la seguridad.

Asimismo, por estar en oposición “se nos despidió a los colabores, hemos sido atropellados al ingresar y dentro del hemiciclo”. “Para dejarlo entrar a uno lo revisan de manera detenida. A mí me dijeron que mi loción no la podía llevar, igual que no se podía ingresar banderas, camisetas alusivas a la bandera nacional”, denunció Ramírez.

Igualmente, la diputada Suyapa Figueroa lamentó que no les dejen pasar líquidos, por lo que los diputados ya no pueden llevar su propia agua, “incluso los perfumes se nos quitan en la entrada, nos dicen que no podemos ingresar banderas, ninguna pancarta, ni cartulina, ni marcadores, ni camiseta grabada, o cualquier implemento para protesta”.

Los abusos son tales que incluso hasta ingresar lápices está prohibido. “El otro día a una compañera, le dijeron que no podilla llevar los lápices porque eran metálicos y que eso era una orden de sus superiores”.

“Ellos (los guardias y policías) solo dicen que esas órdenes provienen de un mando superior, asumimos nosotros que es orden de quien preside el Congreso. Si a mí se me olvida un dictamen, un documento los asistentes no puede ingresar al hemiciclo, sin embargo, los colabores y amigos de Luis Redondo si pueden hacerlo a cualquier hora y a cualquier área”.

“¿Por qué prohibir el ingreso de líquidos e implementos para escribir? Me imagino que es la psicopatía que desarrolla toda persona que se siente amenazado en el poder, toda aquella persona que tiene miedo de que se denuncien las irregularidades que se cometen dentro del Congreso Nacional”, reflexionó Figueroa.

Desde que uno ingresa al estacionamiento comienza la persecución. Tienen orden de reportar que uno van ingresando al hemiciclo, luego es seguido por las cámaras. Por ejemplo, la diputada Maribel Espinoza ha pedido que se le quiten policías armados que andan detrás de ella, recordó Figueroa, quien calificó la persecución de terrible, porque hasta dentro del hemiciclo les apagan los micrófonos cuando no les gusta lo que están diciendo, por otro lado, no tenemos acceso a la palabra en igual de condiciones a los demás, criticó.

Figueroa señaló a Redondo como el responsable de la persecución, afirmando que el presidente del Legislativo ha cambiado mucho. Recordó que cuando fueron a Estados Unidos, Redondo pidió a los senadores norteamericanos que se le quitara la visa a las personas que aparecieran en la lista Engel abarcando a sus familiares hasta la cuarta generación, situación que hoy desconoce.

“El poder lo enfermó y lo convirtió en una persona que hace exactamente lo que el criticó y no cumplió con la promesa de derogar la ley orgánica que dijo él era un instrumento perverso, pero gracias a esa perversidad hoy Redondo se mantiene en el poder”, lamentó la congresista.

La más reciente afrenta a los diputados opositores la realizó la noche del martes reciente el titular del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Marlon Ochoa, quien llegó al hemiciclo legislativo a exponer los alcances del proyecto de ley sobre justicia tributaria, pero lejos de explicar cuánto se recaudaría con la aplicación de la nueva normativa y que se haría con el dinero, se dedicó a increpar a los diputados al extremo que los congresistas abandonaron el hemiciclo y lo dejaron hablando solo.

De acuerdo con el diputado liberal Vidal Cerrato, la noche de pasado martes, en el Congreso Nacional se dieron dos escenarios: primero 13 diputados liberales apoyaron la adhesión al Banco de Desarrollo de América Latina, mas conocido como CAF, luego se vino la intervención de Ochoa a quien se le pidió que no actuara con posiciones partidarias e ideológicas y “fue lo primero que hizo”, votando con ello todo un trabajo de consenso que se había realizado.

Para la diputada nacionalista Johana Bermúdez, en el Legislativo no solo existe una enorme ingobernabilidad, sino que se ha llegado al atropello de todos los congresistas que no hacen cogobierno con Libre. “Por ejemplo, en mi caso yo formaba parte de la comisión de salud, de ética y transparencia y en forma arbitraria y discriminatoria me sacaron de ahí”.

“En este Congreso no hay una agenda legislativa, de país, prevalece la anarquía, no hay consensos entre las seis bancadas. Esto dentro del hemiciclo y cuando uno quiere entrar hay hombres que nos registran todo, quieren manosear a las mujeres, pero esto no sucede con los afines a Libre”, denunció Bermúdez.

Vía telefónica, EL HERALDO intentó conocer la versión del oficial Franklin Interiano, jefe de la seguridad del legislativo, pero no contestó las llamadas.