Llena de heces fecales de murciélagos, con una estructura destruida e invadida por ratas y otros insectos se encuentra la Clínica de Buzos Rey Alfonso VIII, en donde funcionaban dos cámaras hiperbáricas que servían para atender a los buzos misquitos con problemas de descompresión en la comunidad de Kaukira, en este departamento.
Desde hace unos siete años que ese centro médico dejó de funcionar, pese a la vital importancia que tiene para salvarle la vida a los submarinos que tienen accidentes durante las inmersiones, mediante asistencia inmediata y tratamientos posteriores. EL HERALDO fue testigo de las deplorables condiciones en las que la clínica se encuentra y el desinterés del gobierno por volver a activar este establecimiento que anteriormente fue administrado por Fundación para el Desarrollo Nacional (Fudena).
En el departamento de Gracias a Dios funcionaron cuatro cámaras hiperbáricas, pero en la actualidad solo dos están en buenas condiciones, una que se encuentra en el sector de Aguar y que es manejada por la iglesia Moraba, y la otra que está instalada en el hospital público de Puerto Lempira.
Las otras dos salas son las que están descompuestas en la clínica situada en los predios del centro de salud Kaukira.
'Yo hace dos años que estoy aquí y desde que vine no funciona', dijo el enfermero... en cargado de centro de salud.
La oxigenoterapia hiperbárica, como se le conoce al tratamiento que se realiza en esas cámaras, proporciona el caudal necesario de oxígeno a los órganos y tejidos deficitarios. Cuando un buzo o cualquier persona que se sumerge al mar pasa demasiado tiempo en las profundidades, no utiliza la cantidad de oxígeno requerido y asciende bruscamente a la superficie, su cuerpo genera gases que se alojan en los tejidos y provocan daños en el sistema motriz o, incluso, puede provocar la muerte.
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La cámara hiperbárica contrarresta estos efectos y si el daño no es mayor, el paciente puede recuperarse por completo en una pocas sesiones. Los más afectados reciben un tratamiento más prolongado y, aunque terminan lisiados, al menos logran salvar la vida.
Desde 2005 las cámaras hiperbáricas de Kaukira dejaron de funcionar por 'problemas técnicos' que tuvo Fudena, según un informe sobre la situación de las cámaras hiperbáricas que realizó la Secretaría de Salud.
Esa interrupción 'ha provocado muchas muertes de buzos accidentados por descompresión', apunta el documento. La cantidad específica de buzos fallecidos por falta de esa atención no se conoce porque no hay un recuento oficial y los datos que se obtuvieron se lograron en base a entrevistas con vecinos del lugar, indica el reporte elaborado en junio de 2011.
Pero de acuerdo al documento, una 'evaluación visual', esos equipos están en buen estado y pueden ser reparados. La clínica de buzos es un inmueble que se levantó con material prefabricado, techo de lámina metálica que en la actualidad presenta signos de saqueo y destrucción.
'Las instalaciones las encontramos totalmente abandonadas, llenas de basura, con señales de actos bandálicos y sin evidencias de algún grado de cuidado pese a estar en predios del centro de salud', se revela en el informe.
Una de las cámaras en mal estado es una modelo Leader Life, mientras que de la otra no hay referencia sobre la marca. En la inspección también se detectó que no se encontraba una cámara hiperbárica marca Chamberlafi y 'nadie nos da razón de ella'.
Compromiso
En mayo de 2012 un grupo denominado Directiva de Mantenimiento de la Clínica Hiperbárica se reunió con funcionarios de la Secretaría de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños (Sedinafroh) y de la Secretaría de Salud para solicitar la reparación de este equipo.
'Por medio de la presente solicitamos intervenga en la rehabilitación de la clínica hiperbárica de nuestra comunidad', dice la nota enviada al ministro de la Sedinafroh, Luis Green, por parte de este colectivo.
La agrupación le indicó al ministro en la carta que existe la 'viabilidad para reparar' las máquinas, por lo que el Ejecutivo debería proceder a recuperarlas para darles atención médica a los buzos misquitos.
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El gobierno creó ayer la Comisión Interinstitucional para la Atención de la Problemática de la Pesca por Buceo, como una respuesta integral y sistemática al clamor de los buzos lisiados de La Mosquitia, en el departamento de Gracias a Dios.
La comisión fue creada en sesión de Consejo de Ministros a propuesta del titular de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños, Luis Green, quien sostuvo que este organismo técnico consultivo estará integrado por varias instituciones del Estado. La medida fue adoptada tras la investigación de EL HERALDO que revela el abandono en que se encuentran decenas de buzos que han sufrido graves lesiones en su cuerpo por dedicarse a esta actividad.
La comisión la integran las secretarías de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños; Interior y Población; Justicia y Derechos Humanos; Defensa; Recursos Naturales y Ambiente; Trabajo y Seguridad Social; Salud; Agricultura y Ganadería; Finanzas; Industria y Comercio y Planificación y Cooperación Externa.
Asimismo, estará conformada por la Dirección de Marina Mercante; los institutos de Conservación Forestal y Nacional de Formación Profesional, respectivamente; la Fiscalía Especial de las Etnias y el Patrimonio Cultural y el comisionado presidencial para asuntos de discapacitados. Dicho decreto manifiesta que cada una de las instituciones miembros de esa comisión tendrá la responsabilidad de ser garante de la revisión y ejecución de los tratados y políticas internacionales y nacionales en materia de derechos humanos en los trabajos de pesca por buceo.