Ronaldinho sorprendió a todos luego de su última excentricidad.
El exjugador del Barcelona y ahora en el Flamengo brasileño, se compró una discoteca que queda frente a su casa.
Y eso es no es todo. El brasileño quería construir un túnel secreto que uniese su residencia con la discoteca, pero la idea no fructificó debido a que el Ayuntamiento de Porto Alegre la vetó y se negó a conceder los permisos para realizar la obra.
La gran justificación de Ronaldinho fue que su pretensión era exclusivamente por motivos de seguridad.
Todos los integrantes de la familia de Ronaldinho cuando visitan Porto Alegre cuentan con un gran despliegue de seguridad privado para evitar cualquier intento de atraco o de secuestro.
Ronaldinho es conocido por sus fiestas rimbombantes y siempre ha sido fiel al mismo estilo de vida, que revolotea en torno a la noche.
Según público el periódico carioca 'Extra', el domingo por la noche, tras su amargo retorno al estadio del Gremio, donde perdió por 4-2 y fue hostilizado por la afición local, Ronaldinho organizó una fiesta que contó con más de un centenar invitados y que se alargó hasta el amanecer.
