Más de treinta caricaturas enmarcadas de Jacobo Regalado inundan una de las paredes de la oficina de este ministro de Agricultura y Ganadería. 'Tengo las que son de críticas buenas y malas', dice el funcionario con una sonrisa.
Empresario exitoso, forjado con la rígida disciplina militar de su padre, el exjefe de las Fuerzas Armadas, Humberto Regalado, y la impuesta en la Escuela Agrícola de El Zamorano, el funcionario dice agradecer este tipo de enseñanza que le valieron para ser un hombre de bien.
Por las venas de Regalado corre sangre judía, lo dice con tal orgullo que revela practicar algunas costumbres del 'pueblo elegido de Dios'.
A continuación la amena entrevista con Jacobo Regalado:
¿El apellido Weizembult de dónde es?
Es alemán. Mis abuelos maternos vinieron en el marco de la Segunda Guerra Mundial, eran judío-alemanes y debido a los problemas que habían en la guerra se trasladaron primero a Guatemala y luego a Honduras, aquí se conocieron y se casaron; mi mamá nació en Comayagüela y luego se fueron San Pedro Sula y ahí hicieron su vida.
¿Logró conocer su familia de origen judía en Alemania o Israel?
Conocí a mis abuelos aquí, y conocí a mi familia que vivió en Honduras un tiempo y familia que está en Israel.
¿Ha ido a Israel a ver a su familia?
Sí, he estado un par de veces. La experiencia fue muy bonita al conocer la ascendencia y las tradiciones que uno tiene y cómo llegaron a forjar un nuevo futuro en un lugar desconocido, no hablaban el idioma, no conocían la cultura.
¿Practica algunas costumbres judías
Sí.
¿Cuáles?
Hay cosas en la crianza de uno, en las costumbres, el celebrar el Día del Perdón, que es una de las fiestas más importantes que se celebran en Israel, me parece a mí que es importante apartar un día para pensar en las cosas que pudo hacer mejor y pedirle perdón a Dios, esa fiesta se conoce como Yom Kipur, y es una fiesta de ayuno. Mi madre asiste a la sinagoga (lugar de reunión de los judíos) y tengo un hermano que también la acompaña, y otros hermanos que somos católicos y practicamos esa religión.
¿A qué se ha dedicado su familia?
A la agricultura, a la ganadería, tengo algunos familiares maternos que tuvieron una joyería en San Pedro Sula que fue muy conocida, joyería La Perla.
¿Usted se decidió por la ganadería?
Sí, tuve la oportunidad de conocer el campo en mi casa, ya que mi papá se dedicaba a eso en sus tiempos libres.
De la época de su papá, Humberto Regalado Hernández, cuando fue comandante de las Fuerzas Armadas, ¿qué recuerda?
Alguien muy comprometido con el país, siempre buscando actuar con mucha responsabilidad y con mucho amor a Honduras, con mucha humildad, y nos sentimos muy orgullosos de verlo a él como un ejemplo.
¿Quién es el hermano mayor de la familia y a qué se dedican?
Soy el mayor, mi hermano se dedica al comercio, una de mis hermanas está en Guatemala y trabaja en una empresa que tiene influencia en Centroamérica, y la otra trabaja en el área de Recursos Humanos en un banco de San Pedro Sula.
¿De qué se tituló en la Escuela Agrícola Panamericana de El Zamorano?
De agrónomo, salí en 1987 y luego en 1988 salí a Estados Unidos y saqué dos ingenierías, una en lechería y otra en animales, en la Universidad estatal de Mississippi. Luego regresé e inicié aquí una ingeniería en administración de empresas, no terminé, pero logramos sacar varios cursos para complementar nuestra educación universitaria.
¿Cómo es la vida de un “zamorano”?
A mí me gustó porque en El Zamorano la presión del sistema de estudio forja carácter, realmente el estudiar, el trabajar, tener mucha presión de lograr metas lo forja a uno muy bien.
Yo venía de un hogar en donde la disciplina fue un bastión importante, pero El Zamorano vino a complementar esa base que mis padres me inculcaron.
¿Se acuerda cuál es el proceso para ordeñar vacas?
Claro, siempre lo hacemos.
¿No le interesó ser militar?
Fíjese que ya estaba en El Zamorano cuando mi padre me ofreció ir a estudiar a una academia militar, pero ya había encontrado la pasión por la agricultura.
¿Qué no le llamó la atención de una carrera militar?
El sacrificio que vi, el que hizo mi padre al estar lejos de su familia por estar con sus deberes y aspiramos a estar en un núcleo familiar más compacto, yo recuerdo que muchas navidades, años nuevos y cumpleaños pasaron sin mi padre, porque él estaba cumpliendo con su deber.
¿Cómo fue su vida cuando su padre fue jefe de las Fuerzas Armadas en la década de los 80?
Bueno, tiene sus ventajas y desventajas...
¿Cuénteme lo bueno y lo malo?
Las ventajas pueden ser las puertas que se abren, la posición de jefe de las Fuerzas Armadas era muy interesante, pero a la vez era una posición que lo exponía mucho, yo recuerdo las dificultades que se vivieron, las amenazas, sabíamos que la vida de nuestro padre y de la familia podrían estar en riesgo.
Era una desventaja convertirse en un objetivo público al ser el hijo.
¿Les prohibían salir?
En algunas ocasiones de acuerdo a como estaban las situaciones sí, y se imaginará que uno estando joven buscaba salir, distraerse en tiempos que eran mucho menos peligrosos que estos y eso era una limitante.
¿Usted estuvo cerca de su padre cuando sufrió el atentado?
¿Cuál de todos?
Cuando explotó el carro en 1994...
Yo estaba en San Pedro Sula, pero no estaba cerca del vehículo, era mi hermano el que estaba ahí.
¿Cuántos atentados sufrieron?
En uno estuve yo y en el otro mi hermano.
¿Cómo sucedió el atentado en el que estuvo usted?
Bueno, una noche que salamos del cine y nos encontramos una persona que no sabíamos que era lo que aspiraba y de repente intentó amedrentarnos con una pistola, pero no ocurrió nada más, gracias a Dios.
¿Qué hizo después de terminar esos estudios?
Bueno, dedicarnos a trabajar en la hacienda que está en Cortés, en el municipio de Omoa, y ahí nos dedicamos a la producción de ganado lechero, de cerdos y un poco de agricultura y naranja, no trabajamos para nadie hasta que tuvimos nuestro primer empleo en el gobierno como gerente general de Hondutel.
¿Cuántos años de casado y cómo conoció a su esposa?
Conocí a mi esposa en la casa de unos amigos que frecuentábamos, nos presentaron y ahí tuvimos la oportunidad de conocernos, inició una relación de amistad que terminó en un feliz matrimonio que en este mes de marzo está por cumplir su aniversario número doce.
¿Cuántos hijos?
Dos gemelitas que recién acaban de cumplir cuatro años.
¿Cómo vive el momento de padre?
Espectacular, estoy enamorado de mi esposa, de mi hijas, me encanta el hecho de ser padre, de verlas, de poder compartir, de estar con ellas cuando se están durmiendo, se ponen muy consentidas; realmente es una experiencia maravillosa.
Les deseo dejar el mejor ejemplo, ser el mejor padre, la mejor persona, pero sobre todo tratar de tener una incidencia en el país donde van a vivir.
¿Por qué decidió ir a un puesto en el gobierno?
Cuando comencé a trabajar incursioné en los gremios del sector agrícola, el abogado Rafael Verdial nos invitó a participar como asesores en el AGAS, esto nos permitió conocer las necesidades que tiene el país... esto me abrió los ojos y quise tener una experiencia para seguir trabajando por el país y al salir del Cohep iniciamos una carrera política en el Partido Liberal, iniciamos aspirando a la precandidatura de la alcaldía de San Pedro Sula y luego fuimos bregando en varios temas políticos hasta que el expresidente Manuel Zelaya nos invitó a participar en la gerencia de Hondutel.
¿Siempre fue liberal?
Fue una decisión personal, recuerde que mi papá, al ser militar, era apolítico; parte de mi familia materna, mis abuelos, al ser extranjeros, no tenían inclinación política y yo me sentí identificado con los ideales del Partido Liberal.
¿Veo que le apasiona coleccionar caricaturas suyas que han salido en los periódicos?
Bueno, en este accionar gremial, empresario y del servicio público hemos tenido el honor de que los caricaturistas de periódicos en algún momento nos hagan reflexionar sobre alguna acción en la que hemos estado involucrados, y tengo copias para tener esos recuerdos. Tengo las críticas positivas y negativas para recordar si hemos fallado en algo y si han sido señalamientos no acertados; pero ni modo, eso es parte de ser un personaje de la vida pública.
¿Qué críticas haría el Jacobo Regalado ganadero al Jacobo Regalado ministro de Agricultura?
Esa es una excelente observación, y se lo digo a mi equipo de trabajo, que en muchas ocasiones nos tocó estar del otro lado de la mesa como productores tratando de lograr cambios con más o menos receptividad de los funcionarios y el compromiso es cambiar las desilusiones que pudimos haber llevado cuando se nos decía que no se podía; hoy tenemos la responsabilidad y el compromiso de tratar de que sí se pueda... la crítica sería que tengo que trabajar más todavía y que nos hace falta mucho camino por recorrer.