Dedicó su vida al periodismo. Su pasión por el oficio y su humildad quedarán grabadas en la mente de generaciones de comunicadores colombianos a quienes transmitió sus conocimientos con sencillez y rigor.
El veterano periodista colombiano José Salgar, que falleció a los 92 años de edad, fue el maestro de periodismo de Gabriel García Márquez.
I
nició como periodista en 1934 en el diario bogotano El Espectador. Tenía apenas 13 años cuando en un mundo sin computadoras, teléfonos móviles, ni Internet, el “Mono Salgar”, como le llamaban, fundía el plomo con el que se imprimía el diario a las 4:00 de la mañana. Luego pasó a recibir llamadas y tomar notas, después fue redactor, jefe de redacción, subdirector, hasta que llegó a la dirección entre finales de 1997 y principios de 1998.
HONRADEZ Y HUMILDAD
En un homenaje en su página web, la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) define a José Salgar como uno de los periodistas más respetados y queridos en Colombia. “Es reconocido como maestro de varias generaciones de periodistas, quienes recibieron sus lecciones en la práctica cotidiana, impartidas con la sencillez y rigor de un buen jefe de redacción”.
El artículo coloca al comunicador como un hombre honesto y sencillo que desempeñó el oficio con pasión. “En un país como Colombia, donde la puerta giratoria entre el periodismo y el poder político siempre ha estado abierta, es todavía más significativo que Salgar no haya cedido a ninguna tentación de figuración pública y mantenido siempre un compromiso sin fisuras con el periodismo independiente”, detalle la publicación.
El Espectador, su casa editorial, fue un medio que a lo largo del siglo XX se identificó como símbolo de independencia e integridad periodística, porque ejerció la libertad de expresión sin dejarse intimidar por el poder represivo de los gobiernos autoritarios, el poder coercitivo de los monopolios económicos ni el poder criminal del narcotráfico.
“El ‘Mono’ Salgar, como le llamaban con afecto sus colegas, fue un ejemplo de trabajo periodístico constante y de calidad, labor pedagógica en la sala de redacción, compromiso con una información que respeta al lector y con un profundo sentido social. Hecho a pulso, transitó por sus méritos todos los escalones del periodismo”, dice la nota.
En 1983 le fue otorgado el Premio Simón Bolívar a la vida y obra de un periodista. Ese mismo año ganó el premio del Círculo de Periodistas de
Bogotá, del que fue socio fundador y Presidente Honorario. También obtuvo el premio Mergenthaler de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Y entre 1997 y 2000 fue decano de la Escuela de Comunicación de la Universidad Sergio Arboleda. También fue asesor de El Espectador en su fase de semanario.
José Salgar nació el 21 de septiembre de 1921 en Bogotá. En su primer matrimonio, con Cecilia Vargas, tuvo 4 hijos. Estuvo casado en segundas nupcias con Inés Hurtado Valencia, con quien tuvo dos hijos.
SU INFLUENCIA EN GABO
Salgar, quien falleció el mes pasado de un tumor cerebral, a los 92 años, recibió a Gabriel García Márquez en la famosa redacción de los años 50 de El Espectador en su posición de jefe de redacción.
El encuentro del Nobel con el periodismo llegó a través de una serie denominada “Relato de náufrago” que García Márquez escribió en 1955 por entregas para El Espectador, sobre la historia de Luis Alejandro Velasco y cómo este logró sobrevivir durante 10 días en alta mar en el Caribe.
“Es el momento en que García Márquez estaba tratando de inyectarle calor caribe al periodismo bogotano, que le parecía muy frío”, explicó Salgar a la Agencia AP, cuando se presentó el libro “Gabo periodista”.
“Entonces Gabo llegó a aprender periodismo conmigo porque decía que la literatura no daba nada de plata y que el periodismo al menos le daba un puesto permanente”, explicó.
El veterano periodista narró en aquel momento que cuando el náufrago Velasco llegó al país, “la noticia era demasiado fría y ya había pasado, pero se llegó a un momento en que (en El Espectador) se le dijo a Gabo: ‘Póngale usted cosas, sin desvirtuar la verdad, con un poco las arandelas literarias que usted ha aprendido y con el color caribe que usted quiere meterle al periodismo bogotano’’’.
Entonces García Márquez “comenzó una serie extraordinaria (porque) empezó a sacarle a este tipo (Velasco) una cantidad de cosas que no había dicho. Por ejemplo, que el barco había naufragado porque llevaba contrabando, un barco oficial”.
Para la época en que García Márquez escribió “Relato de náufrago”, el país vivía bajo la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, un general con corte populista que gobernó a Colombia entre 1953 y 1957.
Según Salgar, la publicación de la serie sobre la historia de Velasco contribuyó en parte a la caída del dictador, pese a que el Nobel tuvo que abandonar el país con rumbo a Europa “porque estaba amenazado”.
Salgar recordó la última conversación que tuvo con García Márquez. “Fue cuando me llamó a felicitarme por mis 90 años”, dijo. “Esa conversación fue muy cálida (y ambos concluimos) que no había pasado nada en 60 años”.
Así era el maestro, el hombre que le dedicó 80 años al periodismo. “Como el ‘Mono’ Salgar no hay dos ni ha habido dos en el periodismo colombiano. Se hizo a sí mismo, en todos los sentidos. Se educó, se capacitó, se perfeccionó por propio esfuerzo, sin ayuda externa, en razón de su inteligencia y del alma de periodista que nació con su alma”, escribió en 1983 en su columna “Libreta de Apuntes” el desaparecido periodista colombiano Guillermo Cano, asesinado por el narcotráfico.