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Es hora de enseñar valores a los hijos

Los padres quieren que sus hijos se comporten correctamente y que lleguen a ser buenas personas. Es por eso que es necesario que desde pequeños les inculques valores positivos

26.01.2012

Educar a un hijo no es fácil, hay que ser pacientes y perseverantes en cuanto a su educación. Y cuando se habla de este tema no es a la formación escolar o académica que, por supuesto, es importante. Aquí nos referimos a lo que los padres ofrecen a los hijos en el día a día, formándolos y enseñándoles en cada una de las situaciones que se viven.

Que tus hijos adquieran correctos valores dependerá no solo de su propio carácter, sino de lo que aprendan en el seno familiar. Si el niño crece en un ambiente en el que se sienta querido, respetado y protegido, aprenderá esos mismo valores, sumado a la ética.

Los niños necesitan a alguien que les guíe, que les anime y les ayude en el transcurso de su vida. Necesitan sentirse apoyados, valorados y queridos, para eso están los padres, son su mejor ejemplo a seguir en todos los aspectos.

“La vida es dura y difícil y los hijos no siempre estarán en el regazo del hogar para cuidarlos y protegerlos, tarde o temprano tendrán que tomar sus propias decisiones, y que hagan lo correcto dependerá de la educación que les brinde y de los valores transmitidos”, explica el maestro de educación media, Yerin Fortín.

La base de la educación


El mundo que nos rodea está cargado de actos y situaciones poco éticas, desagradables e incorrectas, y los niños lo absorben todo, es aquí la importancia del papel de los padres para la correcta educación. “Todos los valores deben surgir del seno familiar. Los niños no nacen con virtudes despectivas, sino que somos primero los padres y luego el entorno, quienes se las mostramos, tenemos pues el poder de cambiar el destino de nuestros hijos formando individuos con valores”, agregó Haydee Fuentes, madre de 4 hijos, en edad preescolar.

Valores primordiales

Los valores son aquellos parámetros de conducta y actitudes que toda persona debe tener para convivir en sociedad. Es aquello que la familia, la sociedad y la persona como individuo, consideran como correcto y ético. A los hijos se les debe de inculcar cada tipo de valor, explicándoselos y dándole ejemplos con tu comportamiento.

Algunos de esos valores son:

Empatía

La empatía es la capacidad para entender las preocupaciones y problemas de los demás y compadecerse de ellos. Es la virtud que hace que las personas sean sensibles, tolerantes, compasivas, comprensivas, afectuosas y no violentas. Los niños deben entender sus propios sentimientos y saber que los demás también tienen sentimientos, necesidades o preocupaciones igual que él.

Conciencia

Es la base para una vida decente, una sólida ciudadanía y comportamiento ético y moral, ayuda a tu hijo a construir su conciencia y estimular su inteligencia moral. Sé un ejemplo para él, trátalo de forma respetuosa, habla con él de lo que está bien y mal, corrige y razona sus conductas negativas.

Autocontrol

Si tu hijo es de los que pierden el control y acaban con gritos, palabrotas y patadas, es bueno que le enseñes a respirar profundamente y contar hasta diez para relajarse. Poco a poco irá aprendiendo que una vez que se actúa ya no hay marcha atrás y sé que entonces se debe asumir el resultado de los actos.

Respeto

La educación en el respeto y empieza en casa, cuando la manera de dirigirse entre ustedes es correcta. Cuando mantienes una actitud cordial y respetuosa con tus hijos, estás inculcando este importante valor en ellos.

Debes mostrar respeto por tus hijos aceptando sus opiniones, sus deseos y sus gustos, y haciéndoles partícipe de los asuntos de casa, pero eso tampoco significa que le debes otorgar todos los caprichos. Todos los niños viven la etapa de las palabrotas, tienes que hacerles entender que esas palabras pueden herir o molestar a los demás y que lo mismo sucede con las peleas.

Bondad

Todos los niños nacen con la capacidad de ser buenos, y es con nuestro estímulo hacia acciones bondadosas, lo que hace que ese valor se asiente en su carácter.

Para que los niños sean bondadosos deben saber que las palabras y las acciones crueles son ofensivas e hieren a las personas.

Sinceridad

La sinceridad es la base de la confianza. Debes enseñar a tus hijos que no hay que mentir pues haciéndolo se adquieren consecuencias desagradables como la falta de confianza, enemistad y enfados.

No violencia

Debes pues enseñar a los hijos a controlar la agresividad. Para enseñar valores pacíficos a los niños lo primero que hay que hacer es no pegarles (los niños actúan y aprenden los valores que ven en el seno familiar).

Colaboración

Todos los niños pequeños pasan la etapa de querer ayudar en casa y, aunque su ayuda resulte el doble de trabajo, es importante que le permitas que brinden su ayuda. De hecho deben tener la obligación de realizar tareas en casa adaptadas a cada edad.

Responsabilidad

Tienes que dejar que los niños vayan asumiendo responsabilidades, aún sabiendo que cometerán errores y equivocaciones, tienes que confiar en la capacidad del niño. Los niños deben de tener más obligaciones que la de estudiar y ser responsable de ellas, para evitar que se conviertan en una personas egoístas. Todos los niños pequeños viven la etapa de la independencia, donde quieren hacer todo ellos solos, es un buen momento para que empiecen a asumir tareas, como poner la mesa, recoger sus juguetes y vestirse.

Cinco normas básicas:

1. Ser padres ejemplares: tus hijos casi siempre quieren ser como sus padres cuando sean grandes, así que comienza a interiorizarte y piensa si eres un modelo a seguir.

2. Comunicación: debes abrirte a tus hijos, hablar sobre tus sentimientos y pensamientos para que ellos se abran a los tuyos. ¡Nunca es tarde para comenzar!

3. Reducir los impactos nocivos: la televisión, los videojuegos, la Internet, etc. Ya que todo su entorno está cargado de impactos negativos que influirán en su conducta.

4. Saber corregir: hay que frenar las conductas negativas, explicar las consecuencias de su actitud (siempre con un lenguaje adaptado a la edad y madurez del niño).
5. Adiós regaños: dialoga mucho con ellos, razonando y explicándoles el problema, no supongas que los niños saben las cosas, debes enseñárselas, y la mejor manera es con ejemplos prácticos.

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