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¿El sucesor de Benedicto será latinoamericano?

Tres cardenales brasileños, un argentino y un hondureño, quienes provienen
de una iglesia Católica “viva y dinámica” que tiene mucho que aportar, se mencionan en los medios

03.03.2013

La sede está vacante. La Iglesia Católica está lista para elegir un nuevo pastor.

Las apuestas son muchas. Vaticanistas ven el rostro del nuevo pontífice en un cardenal joven, fuerte y dispuesto a afrontar los enormes retos de una iglesia moderna en crisis, asediada por el escándalo sexual, las divisiones internas y una grey menguante, pero con un legado sólido: el camino conservador y tradicional al que la llevó Benedicto XVI.

Muchos nombres que se escuchan provienen del continente americano, que reúne al 46 por ciento de católicos del mundo.

El arzobispo de Sao Paulo, Odilo Scherer, de 63 años, jefe de la mayor arquidiócesis del país con más católicos del mundo es un fuerte candidato, es un conservador moderado con don de gentes y fama de abierto y de buen administrador.

Y es que la Iglesia católica latinoamericana tiene mucho que aportar, considera el cardenal brasileño Raymundo Damasceno Assis, presidente de la Conferencia de Obispos de Brasil. “Se ha mantenido ‘viva y dinámica’ ante un estancamiento en Europa, y por ello tiene mucho que ofrecer al nuevo papado”.

“La Iglesia en América Latina vive un momento muy especial, de entusiasmo misionero muy grande, que va al encuentro de las personas, en las periferias de las ciudades, en nuestras comunidades”, dijo.

El presidente de los obispos brasileños consideró “fundamental” que el nuevo Papa sea una persona “con experiencia pastoral, abierto al diálogo con el mundo contemporáneo y sensible a los problemas sociales” que el Planeta enfrenta hoy.

En esa lista que publican medios como la agencia AFP o BBC Mundo se mencionan los cardenales Leonardo Sandri y José María Begoglio, de Argentina; Joao Bratz, Claudio Hummos y Odilio Pedro Scherer, de Brasil; Sean O’Malley y Timothy Dolan, de Estados Unidos, el canadiense Marc Ouellet, Norberto Rivera y José Francisco Robles, de México, y el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez, de 70 años.

Pero medios internacionales y corredores de apuestas colocan como favorito al cardenal Peter Turkson, de Ghana. Y a los italianos Angelo Scola, de 70 años; cardenal de Milán, y Mauro Piacenza, de 67 años, prefecto de la Congregación para el clero.

HONDUREÑO. Conservador, moderado, carismático y controvertido, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga figura por tercera vez como papable. El carismático arzobispo de Tegucigalpa, cuyo nombre suena como candidato latinoamericano para sustituir a Benedicto XVI tras su renuncia, no se define ni de izquierda ni de derecha.

Presidente de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica del país, ha hecho vehementes llamados en favor de “construir” una nación “mejor”: “Nuestra Honduras ha sido un valle de lágrimas, ante tanta violencia y tanta muerte. Todos somos hijos del mismo padre”, dijo recientemente.

Políglota (habla español, inglés, francés, italiano, alemán, portugués, latín y griego), amante de la música (saxofonista, pianista y guitarrista) y piloto de aviación, Rodríguez Maradiaga nació el 29 de diciembre de 1942 en Tegucigalpa, en el seno de una familia de clase media.

En 1960 se graduó de maestro. Ingresó a la Congregación Salesiana de Don Bosco en 1961 y al Seminario Mayor de Tegucigalpa, donde estudió teología, filosofía y música.

Fue ordenado sacerdote en 1970, a los 28 años en Guatemala, donde inició su vertiginosa carrera al asumir en 1975 como decano de la Facultad de Teología de la Universidad Francisco Marroquín.

Fue ordenado obispo el 8 de diciembre de 1978 y asignado a la Diócesis de Santa Rosa de Copán y en 1993 fue nombrado arzobispo de Tegucigalpa.

De 1996 y 1998 fue presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), desde donde lideró la campaña “Globalización de la solidaridad”, para que se condonara la deuda a los países pobres. Logró una condonación del 60% de la deuda externa para esas naciones, incluida Honduras.

Y en el consistorio del 21 de febrero de 2001 el papa Juan Pablo II le nombró cardenal de Santa María de la Esperanza. Recibió en 2008 el premio Frankl del Ayuntamiento de Viena por su compromiso con los pobres. En la iglesia hispanoamericana es reconocida su habilidad para conjugar modernidad y tradición.

Entre otros cargos, es miembro de la Congregación para el Clero, del Consejo Pontificio de la Justicia y de la Paz, del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, de la Pontificia Comisión para América Latina y del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de Obispos; el 5 de junio de 2007 Benedicto XVI le nombró presidente cuatrienal de Caritas Internationalis. Desde 1996 dirige la Conferencia Episcopal Hondureña.

ODILO PEDRO SCHERER. El brasileño de 63 años es el más fuerte candidato de América Latina. Es cardenal y arzobispo de Sao Paulo, la mayor diócesis del país con mayor cantidad de católicos en el mundo.

Descendiente de inmigrantes alemanes, Scherer es doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Fue ordenado sacerdote en 1976 en Paraná y es considerado un moderado en términos doctrinales. En 2007 sucedió a Cláudio Hummes en la Arquidiócesis de Sao Paulo.

LEONARDO SANDRI. El cardenal argentino de 69 años es famoso por ser el encargado de anunciar la muerte del papa Juan Pablo II el 2 de abril de 2005.

Fue un cercano colaborador del desaparecido pontífice durante el final de su vida.

Desde entonces, la carrera jerárquica del secretario encargado de ser la voz de un enfermo Juan Pablo II, ha ido en ascenso.

Ocupó el tercer cargo más alto del Vaticano como su jefe de personal entre 2000 y 2007. Se desempeña como prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

JOAO BRAZ DE AVIZ. Tiene 65 años y es otro de los candidatos brasileños. Su nombramiento como prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica fue un movimiento radical de renovación que el hoy renunciante Benedicto XVI realizó en 2011. Cercano a la teología de la liberación, el cardenal Braz de Aviz apoya la preferencia por los pobres en América Latina, pero no los excesos de sus defensores.

Con un bajo perfil, el exarzobispo de Brasilia es hoy el brasileño con más alto cargo jerárquico en el Vaticano.

CLAUDIO HUMMES. Brasileño, arzobispo emérito de Sao Paulo, de 78 años, teólogo reconocido, proviene del país más católico del mundo, donde el próximo Papa deberá celebrar este año las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). Mantuvo una actitud muy comprometida con el pueblo brasileño durante la dictadura militar y ha sabido conservar esta sensibilidad social sin entrar en conflicto con el Vaticano.

JORGE BERGOGLIO. El argentino, de 77 años, peleó voto a voto el sillón papal con el entonces cardenal Ratzinger en el último cónclave. Según algunos, solo su renuncia permitió finalmente la elección del purpurado alemán. Según un artículo publicado por la revista Limes, Ratzinger fue elegido Papa con 84 votos y su único rival fue Bergoglio, quien pudo haberse convertido en el primer Papa latinoamericano.

JOSÉ FRANCISCO ROBLES. El arzobispo de Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México, lucha en medio de la violencia del crimen organizado por recobrar una sociedad en paz y podría convertirse en el sucesor del papa Benedicto XVI. Ese será el primer cónclave del Vaticano al que asistirá el arzobispo mexicano de 63 años.

Fue ordenado presbítero el 20 de julio de 1976 en la parroquia de su pueblo natal para la Diócesis de Autlán, Jalisco, y posteriormente completó sus estudios en Roma, donde obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana (1976-1979).

Desde 2008, es miembro de la Comunidad Pontificicia para América Latina y representó a Benedicto XVI en varios eventos.