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Día de orgullo nacional

Sintámonos hijos del carácter del sabio Valle, herederos del coraje morazánico, orgullosos de portar el estandarte de honradez de Cabañas y celebremos nuestros héroes e historia.

15.09.2013

Bien se dice que el pueblo que no recuerda su historia está destinado a repetirla. Creemos en ese sentido que es un deber de todo ciudadano centroamericano repasar aquellos acontecimientos y sus protagonistas, para forjar nuestra identidad y entender de dónde venimos. Eso es hacer con la historia de nuestra independencia, ¡filosofía práctica!

Esta vez recordaremos que en la época colonial, Centro América era para la corona española una sola entidad integrada por cinco provincias, de las cuales Honduras es la que produce los próceres más destacados del período alrededor de la fecha oficial de la independencia, entre ellos el ideólogo y varios gobernantes no sólo de aquí sino de otras parcelas ístmicas, entre las cuales parecía haber mayor movilidad en aquellos días previos a las telecomunicaciones eléctricas, que en el mundo globalizado de hoy.

ANTECEDENTES. Los historiadores reconocen como el hecho que dio mayor impulso a la independencia de las provincias españolas en América, la ocupación de España por tropas francesas al mando de Bonaparte en 1808. Ésta creó un caos político en la península ibérica por haber derrocado al rey Fernando VII que indujo la formación de varios grupos de resistencia popular que se conocieron como Juntas. Éstas constituyeron un gobierno clandestino y promulgaron la famosa Constitución de Cádiz en 1812, de marcado corte liberal que tuvo efectos directos en toda América. Todos los movimientos socio-políticos en la península fueron bien recibidos por los criollos y resistidos por la oligarquía centroamericana.

Se reporta el primer movimiento independentista en Centroamérica el 5 de noviembre de 1811, cuando una conspiración encabezada por los curas salvadoreños José Matías Delgado y Nicolás Aguilar intentó apoderarse de unas armas depositadas en la casamata de San Salvador y de doscientos mil pesos depositados en las arcas reales, lo que creyeron sería suficiente para lanzar el grito de la libertad. Parte del plan lo llevaron a cabo los revolucionarios. Lograron deponer al intendente, pero no lograron convencer a los ayuntamientos de San Miguel, Santa Ana, Sonsonate y San Vicente; donde se resistieron a la idea independentista. Los cabecillas comenzaron a desalentarse y los grupos corrían por las calles sin objetivo alguno y sin causar el menor desorden a particulares.

Al saberse del movimiento en Guatemala, se reclutaron tropas para guardar el orden en la provincia insurrecta, pero el capitán general aceptó que el ayuntamiento de Guatemala mediara y se trasladaron a San Salvador los regidores José de Aycinena y José María Peinado junto con el arzobispo de Guatemala fray Mariano Vidaurre y otros misioneros para predicar contra los insurgentes. El pueblo que una vez favoreció a los insurrectos, recibió con júbilo la llegada de los pacificadores y se restableció el orden. El padre Delgado fue llamado a Guatemala y se les concedió amnistía a los implicados, quedando Peinado al mando político y militar en la provincia de San Salvador.

Más tarde hubo también revueltas en Nicaragua y en 1813 se produjo la conjuración del Convento de Belén en Guatemala; a partir del 28 de octubre comenzaron a reunirse en la celda prioral militares y seglares encabezados por el fraile Juan de la Concepción. Ahí se elaboró una proclama independentista, se planeó la destitución del capitán general Bustamante y Guerra, así como la liberación de los prisioneros independentistas de Centroamérica. En mayo de 1814 Fernando VII regresó a España como rey, de inmediato restableció el absolutismo y derogó la Constitución de Cádiz, con lo que Bustamante desató persecuciones contra los independentistas hasta que lo destituyeron en 1817. Su sustituto, Carlos Urrutia dejó ganar terreno a los revolucionarios y en 1820 el rey se vio obligado a restituir la Constitución liberal.

El mismo año Pedro Molina Mazariegos comenzó a publicar el periódico “El Editor Constitucional” en el que se criticaba al gobierno colonial, se defendieron los derechos de los centroamericanos y se promovió la independencia. A diferencia de otros países americanos, la independencia de Centroamérica fue un proceso relativamente pacífico que tuvo inspiración en las ideas de la Ilustración francesa, la independencia de los Estados Unidos y hasta escritos del cura mexicano José María Morelos.

Una reunión entre las mismas autoridades coloniales, entre quienes estaba el sabio José Cecilio del Valle, y una junta de notables compuesta por líderes religiosos y criollos ilustrados terminó el 15 de septiembre de 1821 con el dominio español en el antiguo reino de Guatemala que comprendía el hoy territorio mexicano de Chiapas y las cinco ahora repúblicas centroamericanas. Valle redactó el Acta de Independencia, en la que se fijaron las bases de un nuevo régimen; se determinó que se eligiese por cada provincia, representante para formar el Congreso de la nación, sobre la base de un diputado por cada 15 mil habitantes.

Además estaba previsto en el Acta que se conservase la religión católica en toda su integridad y pureza; y que mientras ese país se constituía, continuase en el gobierno superior, político y militar el capitán general Gabino Gaínza, obrando de acuerdo con una Junta Provisional Consultiva. Que se reuniese un congreso constituyente el 1 de marzo de 1822 y que por mientras no se hiciese alteración alguna en la observación de las leyes españolas, no con respecto a los tribunales y funcionarios existentes.


ANEXIÓN. Después de la separación de España de la Capitanía General de Guatemala, surgió la idea de anexar las provincias centroamericanas al Primer Imperio Mexicano encabezado por Agustín de Iturbide; ésta corriente ideológica nació entre las familias pudientes de la región en un intento de formar una nueva nobleza americana. El Presidente de lo que fue el Consejo de Regencia del imperio invitó formalmente a Gaínza y trató de convencerlo sobre los beneficios de la anexión, a manera de presión, le indicó que el territorio de Chiapas, entonces parte de Guatemala, ya se había unido a México.

Se hicieron consultas populares en todo el territorio centroamericano con respecto a la anexión, la mayoría estuvo a favor y el 5 de enero de 1822 Centroamérica pasó a ser parte del imperio. La única provincia opuesta fue la de San Salvador mediante un movimiento armado; ante tal insubordinación el emperador Iturbide relevó del cargo de jefe político superior de Guatemala a Gabino Gaínza y nombró al general Vicente Filísola, quien entró con sus tropas el 12 de junio del mismo año a someter el movimiento salvadoreño.

En Costa Rica se formaron dos bandos, el imperialista a favor y el republicano en contra de la anexión, los cuales se enfrentaron el 5 de abril de 1823 en la batalla del Alto de Ochomogo, ganada por los republicanos dirigidos por Gregorio José Ramírez., quienes movieron la capital de la ciudad de Cartago a San José. La anexión duró apenas 18 meses debido a que en México, el general Antonio López, de Santa Ana, se rebeló contra Iturbide y éste abdicó en julio de 1823; como consecuencia Chiapas quedó definitivamente en México y el resto de los territorios se declaran independientes bajo el nombre de Provincias Unidas de Centroamérica, que más tarde se dividieron en las 5 actuales repúblicas.

JOSÉ CECILIO DÍAZ DEL VALLE.
Una vez proclamada la independencia, Valle se convirtió en acérrimo defensor de la misma; cuando comenzaron los intentos de anexión a México, se pronunció en contra de la idea; al final los simpatizantes del estilo monárquico de gobierno triunfaron y se vio en la necesidad de luchar por la independencia de Centroamérica en México. El 12 de abril de 1823 presentó pruebas contundentes, demostrando que la anexión no tenía bases jurídicas, legales o morales por lo que solicitó al congreso mexicano su nulidad.

De regreso en Guatemala se hizo candidato a la presidencia por el partido conservador. El pueblo centroamericano lo eligió presidente pero el resultado desconcertó a los liberales quienes aspiraban a manipular al gobernante, pero se dieron cuenta que no podrían hacerlo dado su grado de instrucción, por lo que recurrieron a falsear el cómputo con ayuda de los propios conservadores no leales a él; entraron en arreglos y formaron una coalición que dio en tierra con la voluntad popular y eligieron en el congreso al salvadoreño Manuel José Arce como presidente de Centroamérica.

Fue optimista en cuanto al potencial de la Rrepública Ffederal, sin desconocer que debía hacerse una gran inversión en educación e infraestructura, involucrando a todos los habitantes en el proyecto de nación que tuvo en mente, sus ideas no llegaron a implementarse dado que en los primeros años de vida independiente la región tuvo serias dificultades políticas y económicas que llevaron a la desintegración de Centroamérica.

JOSÉ FRANCISCO MORAZÁN QUEZADA. Saltó a la fama luego de la legendaria batalla de La Trinidad en noviembre de 1827, nacido en Honduras, dominó la escena política y militar de la República Federal de Centroamérica desde ese año hasta su muerte en 1842. Fue reconocido como gran pensador y visionario, intentó hacer de Centroamérica una nación grande y progresista; promulgó reformas liberales en educación, y propuso libertad de prensa y religiosa entre otras. Limitó el poder de la Iglesia Católica al abolir el diezmo por parte del gobierno y la separación entre Estado e Iglesia. Con esto ganó poderosos enemigos y su gobierno estuvo marcado por cruentas luchas intestinas entre liberales y conservadores.

Tuvo que hacer la guerra para mantenerse en el poder hasta 1837, cuando la federación se fraccionó irrevocablemente bajo el liderazgo del guatemalteco Rafael Carrera y con el apoyo de la Iglesia que de esa forma protegieron sus propios intereses. Al finalizar su segundo mandato fue elegido Jefe de Estado de El Salvador, donde sus enemigos organizaron revueltas a las que se sumaron similares en Honduras y Nicaragua; el 18 de marzo de 1840 hizo el último intento por restaurar la unión, sus tropas sucumbieron ante la crueldad de Carrera y el 8 de abril salió exilado hacia Perú, por el puerto de La Libertad, en El Salvador, se reunió con su familia en David, Panamá, donde publicó su famoso “Manifiesto de David” en julio de 1841.

El mismo año los ingleses comenzaron a intervenir la zona de La Mosquitia entre Honduras y Nicaragua, lo que impulsó a Morazán a poner fin a su auto exilio, consideró su deber volver a Centroamérica y lo hizo en compañía del general Cabañas y otros seis oficiales. El 7 de abril de 1842 desembarcó en el puerto de Caldera, Costa Rica. El gobernador de esa provincia era Braulio Carrillo, quien veía tambalear su gobierno y para mantenerlo solicitó la ayuda de tropas salvadoreñas al mando de Vicente Villaseñor, como en realidad no deseaba un baño de sangre, pensó en hablar con Morazán, pero éste se adelantó y firmó con Villaseñor el Pacto del Jocote, que contemplaba la expulsión de Carrillo y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, al leerlo, Carillo hizo frente a Morazán, lo capturó y mandó a fusilar en septiembre de 1842.

JOSÉ DIONISIO DE LA TRINIDAD DE HERRERA Y DÍAZ DEL VALLE. El 7 de agosto de 1820 ocupó su primer cargo público como Secretario del Ayuntamiento en la administración del último alcalde colonial de la Villa de San Miguel de Tegucigalpa, Narciso Mallol; era independentista y organizaba tertulias donde se comentaban los sucesos en España, México y las luchas de Bolivar y San Martín. Fue nombrado gobernador de la provincia de Tegucigalpa el 23 de marzo de 1823 luego de la independencia de México, e hizo la fusión con la provincia de Comayagua.

El 29 de agosto de 1824 una Asamblea Constituyente se reunió en Cedros para elegirlo como primer Jefe Supremo del Estado de Honduras y luego fue destituido por los conservadores de Guatemala en 1827. Su gobierno siguió una línea progresista a través de la cual organizó el Estado hondureño; trató de fomentar la agricultura, industria e inmigración entre otras cosas, por las que se le considera prócer de la nación. Fue enviado por el gobierno federal como pacificador a Nicaragua donde fue electo Jefe Supremo del Estado de 1830 a 1833; en 1834 obtuvo el mismo cargo en El Salvador, pero no aceptó el nombramiento y se retiró de la política en 1838. Po

Otro de los notables centroamericanos nacidos en Honduras, poseía destacados dotes intelectuales, se distinguió por la firmeza de su carácter y se le reconoció además como hombre circunspecto y de gran tino. Es el único político en la historia de Centroamérica que fue electo popularmente en tres de los Estados.

Sintámonos hijos del carácter del sabio Valle, herederos del coraje morazánico, orgullosos de portar el estandarte de honradez más noble y fiel en la huella de Cabañas, celebremos orgullosos nuestros héroes y nuestra historia.¡Feliz Fiesta Patria!

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