Opinión

Votemos sin botar el voto

Los precandidatos
–tres liberales y siete nacionalistas– han comparecido en los debates de los medios de comunicación. Solo falta la candidata de los otrora liberales que ahora son libres con los prófugos “líderes” de mañas conocidas. El saber lo que no saben y lo incapaces que son, nos obliga redefinir lo que queremos para nuestro país y tener conciencia cívica para elegir y no lamentar después.

Estos (as) aspirantes a ser candidatos (as) a la presidencia de la República han demostrado en sus intervenciones que no todos están preparados. Siempre he sostenido que gobernar debe ser difícil porque hasta ahora en 32 años de democracia ninguno lo ha logrado. No es lo mismo mandar que gobernar.

No han sido lo que esperábamos y con sus actuaciones solo nos decepcionan por ser los responsable de la ingobernabilidad actual y promotores de la corrupción que nos consume en su grado más degradante con una agravante impunidad institucionalizada que Lobo llevó
niveles intolerantes.

Ninguno es lo que merecemos, y los pensantes y amantes de la verdad como bastión de la moralidad y la honorabilidad estamos obligados a hacer conciencia para evitar que terminemos de perder Honduras en manos no limpias y cabezas calientes por el poder sin control ni rendición de cuentas.

Hay que desconfiar de los que mienten. En sus declaraciones de “amor eterno” lucen como incansables trabajadores por el bien colectivo; por torpeza mental utilizan a los pobres y son todos bastiones anticorrupción cuando sabemos por denuncias publicadas que han estado involucrados en ese y otros delitos aun cuando digan estar hartos de la corrupción y de la impunidad. ¿Será que se entregarán a la justicia para demostrar su arrepentimiento? Es lo justo. La maldita impunidad los protege. Deberían ser juzgados. No hay pierde.

No ofrecen mucho por no decir nada. El que se atreve a hablar por mi país con su única neurona recicla que quiere un militar en cada bus. Se le agotó el cacumen.

El perjuro dice que hizo maravillas cuando fue ministro y porfiado amenaza, “si no votan por mí ni modo”. Incorregible ególatra, que irrespetuoso y agresivo tildó de “golpista” a su correligionario contendor que tiene el mérito de nunca haber sido señalado en ningún acto reñido con la decencia pública ni privada y que presenta sus propuestas con prudente seguridad, porque le falta la contundencia y agresividad del prototípico político para ser escuchado por un pueblo que oye sin atender ni comprender, más al que vocifera mentiras que al que habla verdades.

El toro muge bien y miente también. El auténtico nacionalista es congruente y contundente; azules unidos tira al que sabe política y está seguro del gane pero debe desmarcarse del maligno con poder. El colega copaneco está animado sin animación popular. Las féminas hermanas “lideran” grupos diferentes. Si el nexo familiar no las une nada pueden dar.

Una dijo desconocer el nombre del movimiento de su consanguínea. Ese es el naipe tirado sobre el tapete de la esperanza nacional. Hoy más que nunca, porque nunca habíamos estado tan amenazados por tanto ignorante, debemos usar la fuerza de la inteligencia para escoger el voto pensando en nuestra Honduras, nuestros hijos y su futuro. Votemos sin botar el voto.

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