En el caso nuestro hay un tipo especial de ciudadano que genera mucha más riqueza que la producida por la supuesta clase capitalista urbana y rural, más que los agrupados en el Cohep, Andi y las Cámaras de Comercio; ese tipo especial de ciudadanos son los que no forman parte de esas entidades “empresariales”.
Me refiero a los emigrantes, mojados o no mojados, que con sus remesas sostienen miles de humildes hogares; muchos de ellos se han instalado en países anglosajones y en otros de Europa.
También forman parte de ese tipo especial de ciudadanos muchos grupos de pequeños finqueros dedicados al cultivo del café, uno de los cultivos más democráticos del país.
Del mismo modo, generan mucha riqueza material los vendedores de los mercados como San Isidro y Guamilito, y otros centros similares existentes en todos los poblados de nuestra Honduras.
Y entre ese tipo especial de ciudadanos generadores de la mayor masa de riqueza económica no están los de la Andi y el Cohep, los de estas entidades burguesas necesitan del contrato estatal, de la exención de impuestos, del lavado de activos, del contrabando, de la doble contabilidad que oculta ganancias y declara quiebras.
Estos sí saben bien su oficio: viven a costa del Estado, corrompen políticos y nos hacen creer que su estilo de vida es el mejor.