Opinión

PUNTO DE INFLEXIÓN

Llega un momento en la vida de los individuos y de las sociedades en que todo parece listo para el cambio, al igual que ocurre en la función continua, cuando va a separarse la parte convexa de la cóncava. Eso es lo que en sentido literal -cuando hablamos de matemáticas- o en sentido figurado -cuando nos referimos a conductas o situaciones- llamamos punto de inflexión.

En sentido figurado, contrario a aquello de “tocar fondo”, “punto de no retorno o de quiebre” o parteaguas, el punto de inflexión es menos obvio, menos traumático, menos escandaloso y, por lo tanto, pasa inadvertido más fácilmente.

O sea que si bien en matemáticas cuando se llega a él inexorablemente significa un cambio de convexidad a concavidad o al revés; en la vida de las personas y de las sociedades, si no se hace nada, ya sea porque no se le percibe o porque no se quiere, no hay tal cambio y las cosas siguen igual ya sea para bien o para mal.

Obviamente, el interés humano está en los cambios para bien. Así, los individuos y las sociedades, debiéramos estar atentos a los puntos de inflexión a lo largo de nuestra existencia a fin de estimularlos y contribuir para que esas oportunidades especiales se conviertan en cambios positivos.

Las diferentes etapas de la vida, metas alcanzadas, coyunturas, sorpresas, reflexiones y muchos otros hechos y situaciones más pueden tornarse en puntos de inflexión. Pero también pueden convertirse en tales, con un poco de esfuerzo, incluso los factores negativos, como fracasos, pérdidas, frustraciones, decepciones, incumplimientos y engaños.

Si aprendiéramos a aprovechar los puntos de inflexión no llegaríamos a tener el agua al cuello, tocar fondo, caer en bancarrota ni mucho menos hundirnos en la desesperación para promover cambios en nuestras vidas.

Lo cierto es que prácticamente cada nuevo día de una persona, cada período electoral, cada avance, cada crisis, cada reto, cada despertar de conciencia, y hasta cada fracaso, de un país, de una comunidad, es un punto de inflexión y, por lo tanto, una oportunidad de cambio para una vida mejor.