Opinión

Pliegos independentistas llegan a Comayagua

El 28 de septiembre de 1821 se encontraba Teodoro Boquín en las cercanías de la iglesia vieja de Mejicapa, en el camino a La Paz, cuando encontró un mensajero; al interrogarle acerca de su procedencia, le informó que venía desde Guatemala, informándole que en esa ciudad ya se había jurado la independencia el 15 de septiembre, siendo portador de la copia de los pliegos para el gobernador Tinoco.

Boquín procedió a retornar a Comayagua, difundiendo la noticia entre los vecinos, informando a los indios que ya eran hombres libres.

Tinoco, por su parte, convocó al clero para deliberar sobre tan trascendental hecho. El canónigo José Nicolás Irías fue del parecer que se ocultara la noticia al pueblo.

Boquín procedió, al día siguiente, a convocar a los comayaguas, vivando la emancipación política de España.

Se subió al Cabildo a repicar la campana, vivando la independencia. El Alcalde Municipal intentó impedirle que continuara repicando. Vano intento, comunicándole al funcionario que ya eran libres.

Así, fue imposible impedir que la población desconociera tan histórico evento, viéndose Tinoco en la necesidad de hacerlo saber a los habitantes citadinos y a los pueblos circunvecinos.

A las ocho de la mañana del 29, convocó al clero y a funcionarios edilicios, aprobando el hecho inevitable.

Por esta razón anteriormente se celebraba la llegada de los pliegos el 29 de septiembre y no el 28.

Las ciudades centroamericanas debían ahora votar si se sumaban a la autoridad de Guatemala o, bien, otorgaban su lealtad al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide.

Agradezco al farmacéutico J. Gerardo Boquín el haberme facilitado esta poco conocida información, que deseo compartir con los lectores de EL HERALDO.

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