Opinión

Observación electoral

La caduca Ley Electoral hondureña no contempla y no regula la Observación Electoral, este es un mecanismo de supervisión ciudadana independiente creado y promovido en las últimas dos décadas por organismos internacionales para asegurarse que los países con débiles democracias, como Honduras, observen las reglas y procedimientos legales en las elecciones.

Se ha informado por parte de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que varios centenares de hondureños y delegaciones extranjeras participarán como observadores en las elecciones internas de mañana. Esta práctica no regulada legalmente en el país es sana, realizada profesionalmente se constituye en un aval a los resultados finales del proceso electoral.

La observación electoral no existe en las democracias consolidadas como Estados Unidos, Chile o España. En Honduras ha crecido en cada proceso electoral el número de ciudadanos nacionales y extranjeros que participan efectuando Observación Electoral, en el fondo lo que significa es que las autoridades electorales, que padecen de incontinencia verbal, aún no garantizan elecciones limpias, imparciales y técnicamente impecables.

El que tengamos muchos ciudadanos supervisando las elecciones lejos de alegrarnos debe llamarnos a la reflexión sobre la incapacidad de la institución electoral y los partidos políticos de efectuar contiendas de altura, alejadas de dudas y sospechas.

Como la Ley Electoral no contempla la Observación Electoral no existen estándares ni instrumentos comunes para los involucrados en esta labor, cada quien implementa acciones particulares, no hay coordinación entre los actores y lo peor es que muchos de ellos nunca presentan informes finales, no dejan memoria histórica para superar los problemas a futuro.

Ya es hora que el Tribunal Electoral estructure de mejor forma la Observación Electoral, para que en las elecciones generales este sea un verdadero mecanismo de superación de problemas y no una forma de hacer turismo electoral.