Primera parte
Intentaremos reseñar los documentos de nacimiento de los nuevos institutos políticos hondureños que ahora ofrecen nuevas alternativas al electorado y tornan más complejo y diverso el abanico de opciones y ofertas partidarias.
El Partido Anticorrupción (referido en adelante como el PAC) ha publicado sus Estatutos en el diario oficial La Gaceta, no. 32,775, de fecha 17 de marzo del corriente año.
En sus Principios Ideológicos declara que su objetivo fundamental lo constituye “combatir y eliminar la corrupción en todas sus formas”.
Adicionalmente, “Todos los actos del PAC estarán encaminados a la transformación de las prácticas de Gobierno, en el sentido de hacerlos transparentes y públicos, y proponiéndose que todos los habitantes de la nación tengan acceso a la información”.
En su Programa de Acción Política, numeral 3º, sostiene: “El PAC postula que la lucha anticorrupción inicial por el ejemplo, que nadie puede exigir a los demás lo que no está dispuesto a cumplir; la lucha anticorrupción inicia por la superación personal para poder comprender y entender los problemas nacionales y que la transformación de la nación inicia por la conducta de los ciudadanos, que alcancen posiciones dentro de la administración pública.
Esto debe implicar el concepto de la información de la transparencia, lo cual significa el acceso de todos a la información de la gestión pública.”
Ofrece un diagnóstico de los principales problemas nacionales, los que en su criterio son:
1. Falta de democracia a lo interno del Congreso Nacional.
2. Politización del Poder Judicial y las instituciones de la administración de justicia y gobierno central.
3. Ausencia del principio de independencia de los poderes del Estado.
4. Incumplimiento del principio de legalidad.
5. Educación.
6. Falta de inversión.
7. Falta de seguridad.
8. Falta de acceso a la salud.
9. Manipulación de los procesos de contratación del Estado.
10. Incorrecta administración de los bienes del Estado.
Como solución, propone once medidas correctivas.
Su estructura organizativa está constituida por un Consejo Nacional, presidido por Salvador Nasralla Salum, Rafael Virgilio Padilla, Luis Rolando Redondo, Ángela Mercedes Ramírez, Marisela Bonilla; por Comités Departamentales y Municipales.
Con su énfasis en el combate a la corrupción este partido recoge el malestar y frustración colectivos respecto a este mal endémico, el que va de la mano con la impunidad, pero no otorga igual énfasis a otros males económicos y sociales paralelos, entre ellos la cada vez más injusta tenencia de la tierra, las crecientes desigualdades de ingresos y oportunidades, la inseguridad y violencia, los desequilibrios en la balanza comercial y en el presupuesto nacional respecto a los egresos e ingresos.
Nasralla no posee experiencia previa en el campo política ni en la praxis ni en la doctrina, ya que su trayectoria vital ha estado confinada al campo del espectáculo, como animador, presentador y narrador deportivo, y en la docencia superior.
Así, se trata de un “outsider”, quien a lo largo de su trayectoria televisiva se ha dado a conocer a escala nacional, generando simpatías hacia su persona, pese a algunas limitantes en su personalidad como ser la tendencia a la omnisciencia y al narcisismo. Empero, se ha atrevido a llamar a algunas aberraciones por su nombre, lo cual le abona ante los votantes.
Se especula que esta agrupación ha sido creada con un propósito ad hoc: restarle sufragios a otros contendientes. ¿Qué hay de cierto en esa afirmación?
Si ese fuera el caso, el PAC tendrá vida efímera, tal como ocurre en Guatemala, en que los partidos se desintegran una vez pasadas las elecciones.
Como antecedente, el PAC encuentra como referente la propuesta de Revolución Moral del candidato Liberal Carlos Roberto Reina, anhelo que lamentablemente no llegó a ser puesto en práctica una vez en el poder.
Al PAC le sugerimos, como al resto de partidos políticos: verifique que las aportaciones a su fondo de campaña no estén contaminadas y cerciórese que entre sus patrocinadores y militantes no se encuentran personajes contaminados por la comisión de delitos, por acción u omisión.