Opinión

Nuestra querida capital

A propósito del 435 cumpleaños de nuestra querida capital Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, que celebró su cumpleaños entre la controversia generada por la renovación o no del contrato millonario de recolección de basura que en sendos debates públicos han protagonizado la candidata del Partido Liberal a la comuna capitalina, Marcia Villeda, y del Partido Nacional, Nasry Asfura Zablah.

Esa discusión no abona ni perjudica políticamente a ninguno de los dos, pues al capitalino lo que realmente le interesa es que el contrato se cumpla en cuanto a mantener limpia la ciudad y no tanto quién es el acreedor del mismo.

Lo cierto es que la capital arribó a su aniversario con severos contrastes; pues por un lado luce como una ciudad cosmopolita, con sendos edificios inteligentes y estructuras arquitectónicas que la hace ver más “coqueta” y maquillada, como dice el vicealcalde Juan Diego Zelaya.

También debemos reconocer que la ciudad no puede ocultar el paso de los años, que han deteriorado su belleza de antaño y mantiene a los capitalinos cautivos, sobreviviendo literalmente con serios problemas diarios de escasez de agua en el verano, congestionamiento vial, contaminación, olores nauseabundos, hacinamiento, delincuencia e inundaciones en el invierno, lo que expone a esta ciudad sobrepoblada a todo tipo de enfermedades físicas y mentales.

Tegucigalpa se asfixia lentamente y a la vez sufre un daño acelerado en todo su entorno.

El próximo alcalde (2014-2018) debe ser una persona hiperactiva, creativa, talentosa, que trabaje no en favor de las élites, pero sí por las mayorías.

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