Opinión

Los retos de los trabajadores

Este primero de mayo encuentra a los trabajadores del mundo ante inconmensurables retos: el desempleo, la precarización laboral, la desprotección social y el alto costo de la vida.

Ciertamente se viven tiempos especialmente difíciles e inciertos, violentos y angustiantes, tanto en las naciones altamente desarrolladas como en las tercermundistas.

Para responder adecuadamente a la crítica situación se requiere de la solidaridad militante, pero también de la capacitación permanente que permita adquirir destrezas y habilidades. Pero más que todo se requiere de efectivos estímulos para la economía a fin de crear la cantidad de empleos que se necesitan.

Por ello, este día debe ser aprovechado no solo para criticar y condenar, sino también para proponer estrategias, cursos de acción alternativos, posicionamientos que superen cualitativamente lo hasta ahora actuado en materia de reclutamiento, membresía, organización.

Es imperativa la unidad del movimiento obrero, deponiendo actitudes intransigentes y sectarias que tanto lo han debilitado y fraccionado, en lo ideológico e incluso a nivel de relaciones interpersonales.

Igualmente, el deponer actitudes confrontativas para reemplazarlas por las cooperativas, sea con respecto a sus compañeros como con sus patronos.

La gravedad de nuestra condición material y de convivencia es de tal magnitud que antes de ahondar las divisiones y enfrentamientos, debemos unirnos ya que los peligros de todo tipo que nos acechan imponen cerrar filas, más allá de nuestro estatus social y económico.

Solamente así es que podremos revertir la marginalidad y la exclusión, la inestabilidad y las incertidumbres actuales que apuntan hacia un empeoramiento del desarrollo humano en sus diversas facetas.

Las concertaciones y los diálogos honestos y permanentes entre capital y trabajo deben sustituir a la confrontación y la hostilidad, ya que solamente así podremos sobrevivir en épocas como la actual, particularmente dramática y compleja.