Opinión

Las elecciones en México

Los mexicanos van mañana a las urnas por segunda vez desde que en el 2000 le dieron finalmente la espalda al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para entregarle la oportunidad al derechista Acción Nacional (PAN) de demostrar que sus tecnócratas neoliberales podrían sacar a ese gran país de las dificultades económicas y sociales en que se habían convertido los sueños creados por la Revolución de 1910.

Ahora, doce años después, cuando a los problemas tradicionales, se une la “guerra contra los narcos” declarada hace seis años por el actual presidente Felipe Calderón y que ya ha dejado unos 50 mil muertos, sin que nada indique que los barones de las drogas hayan perdido fuerza siquiera, los electores han puesto de nuevo las esperanzas en el PRI, al menos así lo indican las encuestas.

Y es que el PAN no solo ha sido incapaz de demostrar ser mejor gobernante que el PRI, sino que entre la anterior y la actual administración parece existir una abierta competencia para decidir cuál ha sido la peor para México. De hecho, el expresidente Vicente Fox no ha ocultado sus simpatías por el candidato priísta, Enrique Peña Nieto.

Así la candidata oficialista, la exitosa luchadora Josefina Vásquez Mota, está en gran desventaja, ya que ha sido relegada a un lejano tercer lugar, según las encuestas.

El segundo lugar lo ocupa el izquierdista Andrés Manuel López Obrador que en 2006 perdió las elecciones por medio punto porcentual y que en la actual campaña también enfrentó tanto los ataques del PRI y del PAN como el desdén de los grandes medios de comunicación que los apoyan.

Aunque esta vez los candidatos presidenciales (el cuarto es Gabriel Quadri de la Torre, la apuesta del sindicato de maestros) firmaron un pacto para respetar los resultados de las elecciones y rechazar cualquier acto de violencia, el 71% de los mexicanos cree que puede haber fraude electoral.

En el proceso anterior, López Obrador, también firmante del acuerdo este año, no reconoció su derrota, ya que la atribuyó a maniobras de la derecha para impedirle llegar al poder.

Ojalá que mañana, tanto durante las votaciones como en el conteo y tras anunciarse los resultados, todo transcurra en tranquilidad y que los votantes otorguen un mandato contundente para evitar más conflictos políticos que impiden a los mexicanos enfrentar unidos a sus verdaderos enemigos: los narcos, la crisis económica y las desigualdades sociales.