Opinión

La fuerza de una hormiga

Siempre hemos sabido que la hormiga es el insecto más fuerte del mundo; sin embargo, a muchos les dará risa o lo verán con escepticismo. La hormiga puede cargar hasta cincuenta veces su peso, esta es la razón de su calificativo. Si una persona tuviera esa capacidad podría cargar incluso un camión.

Bajo ese criterio es justo que se valore lo que esta pequeña instancia de sociedad civil con un presupuesto de dieciocho millones (antes veintidós millones) llamada Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) puede hacer para combatir la impunidad en los casos de corrupción pública; de ese presupuesto, solamente cuatro millones están destinados a la operatividad de la unidad de investigación, análisis y seguimiento de casos, que es la que a fin de cuentas realiza dichas investigaciones; es así que al enfrentarnos a esa labor en los diferentes casos, de los cuales tenemos conocimiento por denuncias o de manera oficiosa, lo hacemos confrontando diferentes criterios como ser: nuestra capacidad operativa, que incluye el personal con el que contamos, logística y recursos, además el tiempo que llevaría dicha investigación, el cual no puede ser mucho, pues implicaría mayor gasto, incumplimiento de objetivos específicos y desgaste en un proceso investigativo largo y lo más importante radica en poder prever un resultado favorable, contrastado a que solo podemos realizar investigaciones que impliquen mayormente información pública, o datos confiados primordialmente por informantes.

Al CNA le está vedado acceder a información reservada, llámese esta información bancaria, registros de llamadas telefónicas o el secuestro de documentación relevante, recuérdese que nosotros no somos jueces, fiscales o policías; somos ciudadanos comunes y corrientes, con un inmenso amor por Honduras y voluntad de cambio. Nuestro objetivo es generar prevención general a través del descubrimiento y aporte de elementos conducentes a producir prueba de cargo que venga a fortalecer la capacidad de persecución penal del Ministerio Público en los casos de corrupción pública y del Tribunal Superior de Cuentas específicamente en los casos de enriquecimiento ilícito, esperando que dichos casos se judicialicen por el ente encargado de ejercer la acción penal pública y produzcan en sí mismos “casos ejemplificantes” que disuadan a otros funcionarios y particulares, además produciendo una opinión favorable en la población de percepción en la reducción de la impunidad; es así que para poder valorar los aportes que hacemos es más que justo que se haga bajo la óptica de los criterios expuestos, pues solo venimos a ayudar, a construir y aportar con lo que podemos y tenemos, no simplemente a criticar, señalar o lamentarnos.

¿Se podrá desacreditar nuestro trabajo por personas que solo critican, aduciendo que nuestros resultados son “pocos y pequeños”? ¿Cómo se pueden medir las acciones concretas contra la impunidad criticando o aportando un expediente investigativo que contiene elementos conducentes a producir pruebas de cargo en un proceso penal?