Editorial

Vacunarse es una prioridad

El virus del covid-19 sigue golpeando con saña a la población hondureña; la situación sigue siendo realmente dramática. Los hospitales públicos no reportan reducción en sus atenciones, no hay medicamentos, y si bien la vacunación sigue su ritmo, el número de contagios y muertes está al alza.

Es lamentable que a pesar de la radiografía anterior, un alto porcentaje de la población parece haber perdido el miedo al virus y está en la calle sin observar las medidas de bioseguridad recomendadas mundialmente para contener el virus, y muchos más, lo hacen obligados por la necesidad de trabajo.

La situación, insistimos, es grave, lo que obliga al gobierno, sin duda, a revisar sus estrategias para llevar las vacunas hasta las comunidades más remotas, pues el virus también llegó a ellos; la reapertura de triajes y el fortalecimiento de los que todavía están operando, entre otras acciones urgentes.

La población, por su parte, debe asumir su responsabilidad y acudir sin temores a los puestos de vacunación dispuestos, pues está comprobado que aunque la vacuna no es la única respuesta a la problemática sanitaria, sí es un eslabón importante en la lucha contra la pandemia.

Ha sido satisfactoria la respuesta de los jóvenes de entre 15 y 17 años, aunque sigue preocupando la baja afluencia de las mujeres embarazadas, que se han convertido en uno de los grupos más vulnerables, ya que si ellas se enferman, tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves de covid-19, y con mayor frecuencia requieren ventilación y cuidados intensivos.

En la lucha contra el mortal coronavirus es esencial tener presente que las vacunas evitan que las personas, si se infectan, se enfrenten a consecuencias graves e incluso facilita que salven su vida, por lo que sigue siendo prioritario que se observen las medidas de bioseguridad, principalmente el uso permanente de mascarillas, para frenar su avance.