Editorial

Vacunar a nuestros niños y niñas

Las autoridades sanitarias han dado un paso importante al anunciar la vacunación, a partir de hoy, de niños y niñas de 12 años y más, lo que sin duda coadyuvará a la protección de esta población que en los últimos meses ha estado siendo afectada por el mortal virus y, consecuentemente, favorecerá los planes de reapertura del sistema escolar con mayores grados de seguridad para la población estudiantil.

Los padres y madres de familia deben llevar a sus hijos menores a vacunar sin temor alguno, pues los estudios científicos muestras que las vacunas son muy seguras ya que han pasado por pruebas y estudios estrictos, antes de ser aprobada su aplicación. Igual deben hacerlo los jóvenes, los adultos y las mujeres embarazadas que todavía se resisten a la inmunización, sin importar las razones que tengan para ello y sin olvidar que contribuir a la inmunidad colectiva es deber de todos y todas.

La situación por la pandemia en Honduras es quizá hoy más crítica que en sus primeros meses, allá por marzo de 2020 cuando se detectaron los primeros casos de la enfermedad y se ordenó una cuarentena que nos encerró por varios meses, con las consecuencias graves que todos ya conocemos en campos como el empleo, la educación y la pérdida de vidas de hondureños y hondureñas valiosos.

Por eso, no está de más insistir en que vacunarse es una de las herramientas para hacer frente al mortal virus y, que si bien es cierto que la vacuna no evitará su contagio, sí lo es que reduce las posibilidades de contraer la enfermedad y de llegar a una unidad de cuidados intensivos.

No deben dejar pasar más el tiempo, deben acudir al punto de vacunación más cercano a inocularse, es necesario que actúen con rapidez, sin temores. Proteger a nuestros niños y niñas es una prioridad.