El Consejo Directivo del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) debe actuar diligentemente y buscar lo más pronto posible una salida a los conflictos que enfrenta la institución educativa, y a razón de los cuales los estudiantes de ese centro educativo no han iniciado a esta fecha su año lectivo.
Son 255,000 estudiantes de las diferentes plataformas educativas, cursos y talleres quienes están siendo afectados por la desidia expresa con que las autoridades están atendiendo los problemas que mantienen en suspenso el inicio del ciclo escolar.
A la par de los problemas administrativos y la amenaza de los empresarios de suspender el pago de las cuotas que por ley les corresponden, ahora se suman el funcionamiento de una plataforma digital y la capacitación de los instructores como las causas del retraso en el inicio de clases.
Ninguno de esas causales son válidas o justifican el retraso en el inicio de clases, que solo afecta a jóvenes de escasos recursos.
Es por eso que cada uno de los responsables de tomar la decisión de ordenar el inicio de clases en Infop lo deben hacer de inmediato.
Deben recordar que a ellos obviamente no les afecta la suspensión de clases, pues ya son profesionales, tienen un empleo y ganan muy buenos salarios.
Los afectados son los miles de estudiantes que tienen en el Infop la única plataforma de educación para aspirar a un título o un certificado que les permita acceder a empleos decentes.
Es urgente entonces que el Consejo Directivo del Infop y junto a ellos el Consejo Económico Social, que integran representantes del sector empresarial, obrero e institucional, prioricen el inicio de clases sin dejar de lado la toma de decisiones que lleven al inmediato reordenamiento administrativo y académico del Infop, y que todas las decisiones se tomen teniendo como eje central a los miles de jóvenes que se forman en esa institución educativa.
