Editorial

HEU, monumento a la desidia

Definitivamente que las condiciones en las que funciona actualmente el Hospital Escuela Universitario (HEU) lo exponen como el principal monumento a la desidia por parte de la administración pública hondureña.

Desidia, según la definición de la RAE, es “negligencia, falta de cuidado”, mientras que otros diccionarios definen tal palabra como la “falta de ganas, de interés o de cuidado al hacer una cosa”. Y no hay duda que todas las administraciones que han pasado por el HEU en las últimas dos o tres décadas han actuado con la más descarada desidia, y que por ello todos (llámense ministerio de Salud, las autoridades del hospital y los más de dos sindicatos que allí funcion) son responsables de la precaria situación en la que hoy en día se encuentra ese centro asistencial.

Todos conocieron las carencias del hospital y no hicieron nada. Nadie desconocía, por ejemplo, el pésimo estado de la morgue, en la cual de 18 nichos solo están cuatro en funcionamiento.

Todos conocían también las denuncias de falta de medicamentos e insumos médico-quirúrgicos, de una infraestructura en pésimo estado, de médicos que llegaban a cobrar pero no cumplían con sus horarios laborales, de trabajadores y médicos que se robaban la comida y los equipos.

Nadie puede alegar ignorancia, por eso todos son cómplices.

El Estado bien sabe que es un hospital que desde hace muchisimos años rebasó su capacidad instalada, pero nunca se hizo nada. Nunca se presupuestó la ampliación del hospital y mucho menos la construcción de uno nuevo.

Ya es tiempo de que vean el sector con seriedad y comiencen a definir políticas para atacar los problemas estructurales. No más remiendos. El pueblo al que los políticos demandan cada cuatro años un voto se merece un mejor servicio, una atención de calidad.

No olviden que no hacer lo que se tiene que hacer, una de las frases favoritas del actual presidente de la República, también es corrupción y que el acceso a la salud pública es un derecho humano inalienable