Editorial

El viaje de Barack Obama a Cuba

La visita del presidente Obama a Cuba es uno de los hechos más trascendentales de nuestros tiempos en materia de política internacional.

El esfuerzo del mandatario estadounidense y del gobierno castrista por normalizar sus relaciones significa el fin de una era de división que data desde los finales de la II Guerra Mundial, que marcó en algunos episodios al mundo entero, y el inicio de una nueva.

Su llegada a Cuba fue para “enterrar el último remanente de la Guerra Fría en América”, dijo Obama, durante un histórico discurso transmitido en vivo a todos los cubanos, un hecho que era impensable en el país antillano, fuertemente cuestionado por su censura y donde la única voz posible era la de la dictadura.

Cuba tiene aún mucho camino por recorrer en materia de derechos humanos, como bien lo dijo Obama al señalar que “hay personas aquí que han sido detenidas, algunos en el pasado, algunas muy recientemente”, pero ha dado signos de apertura hacia una transición. La que será acompañada por Estados Unidos a un ritmo que será definido por los mismos cubanos, pero de forma democrática, ha dicho Obama.

Y como parte de ese impulso para la nueva era de Cuba, el presidente de Estados Unidos ha reiterado su presión al Congreso de su país para eliminar el embargo comercial cuyas principales víctimas han sido los cubanos, más no el gobierno, al aislarlos del mundo y restringir el crecimiento económico.

La visita de Obama a Cuba marca un punto de inflexión en la ruta hacia la normalización de los vínculos entre Washington y La Habana, que comenzaron a ver la luz con el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2014 y la reapertura de sus embajadas en 2015. El acercamiento entre estos dos enconados rivales ideológicos desarbola también una bandera de lucha que ha servido para fomentar la división en algunos países de nuestro continente.

Pero, como ha demostrado la visita de Obama a Cuba, el diálogo a lo interno y entre naciones siempre será la mejor opción para construir la paz y el progreso.