Editorial

El dengue no debe ser causa de muerte

El dengue no debe ser una causa de muerte, dicen los médicos, sin embargo, la enfermedad está al acecho de la población y ya ha matado, en lo que va del año, a por lo menos 13 personas, en su mayoría niños, y hombres y mujeres en edad productiva y de la tercera edad.

Reiteradamente en este espacio escribimos de este tema, haciendo énfasis en la necesidad de que la población atienda los llamados de las autoridades sanitarias para prevenir el contagio del núcleo familiar con esta enfermedad, que se volvió endémica en nuestro territorio, lo que nos obliga a conocer y observar todos los protocolos para evitar los criaderos del zancudo transmisor, y con ello, su contagio.

La prevención del dengue es fundamental para proteger la salud de las personas, reducir el impacto en el ya deteriorado sistema sanitario y en la economía de las familias que deben destinar partidas de sus presupuestos para atender a los enfermos.

Las actividades preventivas son fundamentales para detener la propagación del virus.

La población y la comunidad entera debemos asumir con responsabilidad el reto de preservar nuestra vida, la de nuestras familias y de nuestros entornos de esta enfermedad.

Más allá de las campañas de prevención y la exigencia para que el sistema sanitario público esté preparado y cuente con todo el equipo y medicamentos requeridos para atender a los enfermos, hay que tener claro que no infectarse con dengue es una responsabilidad personal.

El llamado es a la adopción de medidas individuales y comunitarias para reducir el riesgo de infección, así como el apoyo a los programas de salud pública que abordan esta problemática.

Solo unidos, autoridades sanitarias, comunidad médica y población vamos a salvaguardar la vida de los y las hondureñas, y asegurar que ni un niño, ni un joven o un adulto más van a fallecer por esta causa en el territorio nacional.