Treparse al poder con el TREP

Nos aproximamos a un nuevo proceso electoral, siempre navegando en dificultades e incertidumbres. En realidad, así ha funcionado desde hace ya casi medio siglo

  • 16 de julio de 2025 a las 00:00

Nos aproximamos a un nuevo proceso electoral, siempre navegando en dificultades e incertidumbres. En realidad, así ha funcionado desde hace ya casi medio siglo, la democracia formal y tutelada de Honduras que ha transitado en los últimos años desde el bipartidismo vernáculo a un tripartidismo contemporáneo con algunas aperturas al cambio, aun no plasmadas.

Tal y como lo ha resumido meridianamente el cientista Héctor Soto, pareciera que el actual pugilato alrededor del CNE ha colocado la transmisión de resultados electorales preliminares TREP, como el gran problema nacional. Nada que ver. Sin duda, esa es una discrepancia a resolver pero, está muy lejos de ser el principal problema de la democracia que necesitamos los hondureños y, menos, para desplazar a los problemas económicos y sociales que padece crónicamente la población. Que las élites políticas decisorias y sus núcleos familiares lo hayan colocado así, dista mucho de la apreciación intuitiva y saber práctico de la gran mayoría de la gente. Las élites del presente gobierno y la oposición ambicionan sacar provecho de esa discrepancia arrastrando a la economía y a la sociedad a ese remolino de emociones y de acciones contraproducentes. Tratar de “revolver el río” político para sacar ganancia perniciosa.

Esa obsesión por la transmisión de los datos electorales hace ver a ciertos candidatos y candidatas como oidores olvidadísimos del orden lógico y natural de las cosas. Primero se tiene que haber ganado los votos, para después “transmitirlos”. No es a la inversa. Primero se gobierna bien o se hacen propuestas creíbles y, después, se implora apoyo de los electores. Muy elemental pero muchas veces olvidado el dicho popular sobre “no pretender cocinar la liebre antes de haberla cazado”. La liebre, también protagonista de aquel chasco por haberse asumido muy engreída, como la “más veloz” desde antes de competir con la tortuga. ¿Cómo está esa “regla democrática” de autodeclararse ser la más votada sin haber llegado a las elecciones generales? ¿Acaso planean hacer lo mismo el 30N con un TREP sin haber siquiera contabilizado votos? No es válido tampoco generar crisis por el punto específico del TREP mezclando las situaciones desastrosas ocurridas con nefastos procesos electorales anteriores. Con todo el gigantesco presupuesto, en lugar de entregarnos auténtica inteligencia artificial para darnos certeza de resultados electorales, se nos intenta arrastrar a manipulaciones artificiosas para justificar hoy los mismos o muy similares fraudes que ocurrieron ayer, solo para seguir “trepando” al poder.

En 2021, el TREP no funcionó apropiadamente. Es decir, tampoco es un “modelo” a seguir al calco. La correlación de fuerzas, sencillamente, fue favorable a la candidata ganadora de entonces y eso neutralizó las otras fallas en el sistema electoral. Ese triunfo se debió a una coyuntura -quizás única- de claro rechazo a las irregularidades y abusos del poder por camarillas gobernantes. La mayor parte de los 1.7 millones de votos triunfantes se sumaron a la oferta disponible. No había muchas opciones ayer. Decenas de miles de decepcionados, hoy.

Tampoco se trata de parapetarse maliciosamente en la “pureza” de la inteligencia artificial mientras se destapa la interferencia humana en hechos comprobados de corrupción, despilfarro y abuso de recursos públicos. Muchos de los actuales contendientes, dentro o fuera del gobierno, son iguales entre sí, con idénticas o peores prácticas de especies trepadoras y rastreras.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias