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Tratamiento temprano del coronavirus

l modelo de Corea del Sur, país que ha logrado reducir el número de pacientes, guía hacia una detección temprana de todos los contactos de los mismos, y su debido tratamiento. Para lograr esto el gobierno necesita contratar muchos técnicos de laboratorio y dotar a estos de los reactivos necesarios. Actualmente se han desarrollado pruebas rápidas (Gilead Sciences Inc.) para que los resultados estén listos dentro de las 24 horas.

La detección temprana de los infectados permite su debido aislamiento ya sea en casa o en un hospital, siguiendo las normas de seguridad, uso de mascarillas y frecuente lavado de manos. La detección temprana también permite buscar los contactos de los pacientes para ver si algunos ya han sido infectados.

Hay varios medicamentos que se están probando a gran escala y que han dado resultados esperanzadores. Uno de ellos es la cloroquina, producto largamente conocido en el tratamiento de la malaria y que se ha visto tener efecto positivo contra el coronavirus. El objetivo es ver si no tiene efectos indeseables, como provocar alergias en algunos pacientes. Otros dos antivirales se están probando con éxito, el ritonavir y el rendesivir. Estos dos últimos se habían usado previamente contra el virus ébola de África, pero se han retomado para el Covid-19 en China, Australia y Estados Unidos.

Lo importante es oxigenar a los pacientes, darles tratamiento de soporte, descanso, rehidratación y antipiréticos como el acetominofén. Evitar la aspirina, el iboprofeno y otros desinflamatorios que más bien agravan la enfermedad.

Es preferible no llevar a los pacientes a los hospitales, que ya de por si están sobrecargados de enfermos. Sin embargo, los pacientes deben estar aislados con las precauciones del caso, uso de mascarillas, lavado frecuente de las manos, uso de batas y cubiertas para el pelo y los zapatos en los que dan la atención.

Los síntomas clásicos, dificultad para respirar, tos, fiebre alta, ameritan llevar al paciente al Centro de Salud más cercano para que el médico decida si amerita hospitalizarlo o regresarlo con tratamiento de soporte a su casa.

Un médico ha dicho que por qué complicarse tanto. Ahí tenemos los pacientes recuperados que después de 14 días de la infección ya no tienen virus pero sí anticuerpos. Esto es cierto, el problema es la seguridad. ¿Quién garantiza que no ha quedado un ARN viral que puede atacar de nuevo, tal vez una cepa diferente a la que tiene el nuevo paciente?

Por ahora, nuestra mejor arma es la prevención, poner distancia entre el virus y cada uno de nosotros. Las medidas que está imponiendo los gobiernos local y nacional apunta hacia ese fin. Hagamos caso y quedémonos en nuestras casas hasta que cambie la situación