Da mucha pena que en menos de dos meses de haber sido nombrados en sus puestos los “magistrados” del Tribunal Superior de Cuentas (TSC) salgan con el cuento de que el informe sobre oficiales de Policía enriquecidos ilícitamente es “inconsistente”, algo así como admitir que son compadres de la corrupción al no indagar sus pasos.
La Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) valoró hace un año que 29 policías, entre subcomisarios, comisarios, subcomisionados y comisionados generales habrían amasado una fortuna de casi 364 millones de lempiras, aunque algunos aparecen con peculios nada significativos.
No es, a nuestro juicio, alarmante que un académico tenga un capital de 800 mil lempiras y lo pueda justificar producto de su decoroso trabajo, pero que salte uno o más oficiales con caudales de más de veinte millones de lempiras es como decir que en Honduras todos los periodistas nacieron capitalistas si ya sabemos de su mal camino.
El recién estrenado presidente del TSC, José Juan Pineda (6 de diciembre de 2017,) dijo, en medio de una burlona conferencia de prensa, que la investigación de la DIECP tenía muchas “incongruencias” y, a la vez, era “inconsistente” para poder instruir pliegos de responsabilidad a los oficiales de Policía señalados de poseer tesoros ilícitos.
Creemos entonces que si el análisis tenía un año en los gratos muebles del ente fiscalizador los antecesores de Pineda se lo pasaron por el arco del triunfo y lo engavetaron siendo de cualquier forma ineptos al heredar legajos supuestamente “amorfos” relacionados con corrupción. Hechor y consentidor igual falta ejecutan.
El señor Pineda, quien olvidó los cafecitos de pasillo, no debió hacer el ridículo junto a sus aleros. Su disparate lo obligó a recularse por escupir una labor cuya clausura seria toca al TSC. Los sectores hondureños están urgidos de justicia para no tener cómplices directos o indirectos de los podridos.
No desprecien tareas cuando ustedes salen con reparos burlescos de mil lempiras contra burócratas que nomás ganan para comer.
*Periodista