Columnistas

La niña de Guatemala

Fue escándalo terrible. La más talentosa señorita de la alta sociedad de Guatemala amanece muerta el 10 de mayo de 1878 y se dispara una irracional cantidad de conjeturas, en particular el rumor de que María García Granados Saborío se había suicidado por estar soltera y embarazada de... el poeta cubano José Martí, residente en esa capital... María, nacida en 1860, era hija del general Miguel García Granados, expresidente de Guatemala y actor relevante en la reforma liberal que extrajo del oscurantismo medieval y religioso a aquel país, por lo menos temporalmente.

Martí y María se habían conocido cuando las tertulias del padre, y aunque se deduce que ella perdió la cabeza por el rebelde intelectual, se sabe que él le contuvo la brasa adolescente por estar comprometido con una joven caribeña de ancha fortuna, Carmen Zayas Bazán. La historia aparece, dentro de otras mejores páginas, en el hermoso libro “Huellas de José Martí en Honduras”, escrito por los catedráticos Froilán González y Adys Cupull y editado por el distinguido gestor cultural Renán Núñez, con apoyo de Centro Editorial (2020).

La calumnia fue una ola de infamante marea ya ratos volcada contra los cubanos revolucionarios exilados en Guatemala. Refiere Israel Pérez Posadas que “Martí, Palma (José Joaquín) y otros patriotas cubanos fueron víctimas de intrigas y difamaciones estimuladas por funcionarios españoles en Guatemala y presiones sobre las autoridades de ese país para que tomaran medidas contra ellos. A ellos se unieron adversarios ideológicos y otros acompañados de envidias, celos profesionales, discriminación, falsos conceptos de nacionalismo, provincianismo o regionalismo, temores, oposición y hasta campañas de desprestigio y persecuciones en que Martí fue calificado de impertinente, fanático incurable, devastador, peligroso y Doctor Torrente, pero creo que eso pudo deberse a celos y envidias por su voz encumbrada, discursos de fecundidad y exuberancia en metáforas”. Dicho en palabras sencillas: la canalla pueblerina se volcó contra ellos.

Martí parte a México para matrimoniar a Carmen, sucediendo al retornar a Centroamérica, con su esposa, la tragedia. Y “mientras se rendían homenajes (a María) otros comenzaron a circular comentarios maliciosos, en el sentido de los amores de la joven por su profesor José Martí como la causa de muerte, incluso se llegó a comentar que se había suicidado y su familia ocultaba el hecho. Se dijo que estando enferma de las vías respiratorias fue con amigas al río y cuando comenzó a llover en diluvio prefirió desafiar el agua y el frío y caminar por las calles inundadas. Al llegar a casa tenía mucha fiebre y al día siguiente amaneció muerta. (...) Se dijo que esperaba un hijo y que la pérdida del embarazo la llevó a la muerte”.

Once años más tarde, envuelto en golosa vanidad, Martí compondría para su libro “Versos sencillos” el famoso (para mí pobrísimo) poema que conocemos:

Quiero, a la sombra de un ala / contar este cuento en flor: / La niña de Guatemala, la que se murió de amor. / Eran de lirio los ramos y las orlas de reseda / y de jazmín: / la enterramos en una caja de seda... Ella dio al desmemoriado una almohadilla de olor: / Él volvió, volvió casado: / Ella se murió de amor...