Columnistas

La historia hondureña en décadas: siglo XIX

Mil ochocientos cuarenta-mil ochocientos sesenta. El fusilamiento de Morazán (1842) significó la consolidación de la victoria conservador-eclesial en cada Estado, consolidando el sentimiento localista por sobre el nacional y el creciente interés geoestratégico inglés en el istmo para construir un canal interoceánico por Nicaragua, sin que hubiera esta autorizado tal iniciativa, misma que alarmó a Washington que en 1823 había proclamado la Doctrina Monroe, “América para los americanos”.

La disputa diplomática con Londres culminó con la firma del Tratado Clayton-Bulwer (1850), comprometiendo a ambas naciones a la construcción conjunta de la vía acuática,Evidenciando el interés creciente de Estados Unidos en Centro América y el Caribe, si bien Gran Bretaña seguía siendo la potencia naval y financiera mundial. Guatemala, bajo Carrera, se constituyó en el país más influyente del área, contando con aliados en el resto de las parcelas.

Ferrera, otrora seguidor de Morazán, convertido en su enemigo, venció el intento de Joaquín Rivera por restaurar un gobierno liberal, ordenando su fusilamiento. El ascenso a la presidencia del liberal morazanista Cabañas constituyó un interludio político, pese a haber fracasado en su intento por derrotar el bastión conservador guatemalteco.

Su interés por construir un ferrocarril interoceánico fue respaldado por el diplomático estadounidense Squier, sin obtener éxito en interesar a inversionistas ingleses en financiarlo.

La guerra civil nicaragüense entre conservadores y liberales culminó con la iniciativa de estos para contratar mercenarios estadounidenses encabezados por Walker, lo que provocó la reacción armada centroamericana, resultando en la Guerra Nacional contra los filibusteros, cuyo desenlace fue la derrota de estos, la captura de Walker por los ingleses, su entrega a autoridades hondureñas, el ser sometido a juicio y su ejecución en Trujillo. Esta unidad regional temporal ha sido interpretada como la guerra independentista que no había ocurrido en la década de los ochocientos veinte.

La iniciativa estatal-eclesiástica en materia cultural, por parte de Lindo y Reyes respectivamente, culminó con la fundación de la Universidad Nacional (1847). El padre Trino, autor de “Las pastorelas”, piezas teatrales de inspiración bíblica, se constituyó en pionero de la dramaturgia hondureña.

La reincorporación a la soberanía patria de Islas de la Bahía y La Mosquitia, durante el gobierno de Guardiola, permitió la firma del Tratado Wyke-Cruz entre Gran Bretaña y Honduras. El asesinato de Guardiola y sus motivaciones han sido esclarecidas por el historiador Porfirio Pérez. El alzamiento armado de civiles y sacerdotes fue suprimido, al igual que los alzamientos indígenas de Texíguat y Curarén.

Medina retomó el proyecto ferrocarrilero, obteniendo fondos ingleses y franceses, sin lograr culminarlo, endeudando a Honduras por casi un siglo hasta su eventual cancelación durante el gobierno de Gálvez. El “escándalo del ferrocarril” fue el primer gran caso de corrupción en nuestra historia.