Las elecciones primarias 2021 de Honduras son una antesala de lo que le puede esperar el país para el proceso electoral de las generales en noviembre, si no se realizan los correctivos necesarios en una ventana de tiempo de ocho meses” (Informe de Observación Electoral Nacional Elecciones Primarias Honduras, Voto Informado-ASJ. Abril 2021).
El escenario era pulcro y con asepsia cuasi hospitalaria. Todo el mundo con mascarillas quirúrgicas sobre el rostro y guardando distancia prudente los unos de los otros: “nueva normalidad”. Un podio, una mesa principal, pantallas para el power point. Sillas para un reducido público, una “línea fronteriza” para ubicar a periodistas y cámaras, botecitos de alcohol en gel en las mesas. Todo en orden.
En ese ambiente, los voceros de la iniciativa juvenil “Voto informado” presentaron el 19 de abril el informe de su trabajo de observación del ejercicio electoral primario e interno del pasado marzo. Con palabras precisas y entendibles para todos, mostraron los principales hallazgos, conclusiones y recomendaciones del esfuerzo de casi un año de un centenar de jóvenes, comprometidos con el logro de cambios positivos para nuestro país.
Con precisión técnica y aplicando de manera ejemplar los principios éticos de la observación electoral, dieron seguimiento a las incidencias y preparativos de las etapas preelectorales, de la jornada electoral (14-M) y postelectorales, del proceso que permitiría a tres fuerzas políticas escoger a sus candidatos de cuatro niveles electivos para 28 de noviembre próximo y a sus autoridades partidarias para el siguiente cuatrienio. Trabajo complejo, no hay que explicarlo, dado el tamaño del país, los vicios partidarios, las condiciones sanitarias de la temporada, y la incomprensión de la legitimidad de la veeduría ciudadana.
Su observación se desplegó con entusiasmo por siete regiones del país y asistió con sus 93 integrantes (cuatro guatemaltecos) a los centros de votación en que la población acudía a votar. Huelga decir lo que ya informaron medios de comunicación y que todo el público conoce, sobre las fallas, irregularidades y denuncias -fundadas o no- de lo ocurrido el 14 de marzo y los 30 días subsiguientes, así que mejor nos concentraremos en las recomendaciones principales de dicho informe para superar la fragilidad institucional y aumentar la confianza de los y las votantes en las elecciones.
Mejor comunicación y coordinación entre los entes electorales, completar el marco regulatorio y normativo, fortalecer la capacitación de los miembros de las Mesas Electorales Receptoras (MER), recibir asesoría técnica internacional experta, garantizar el acceso a la información pública y contar con protocolos de comunicación apropiados.
Aun con trabas para hacer su labor, los y las jóvenes de “Voto informado” recalcaron que estamos justo a tiempo para atender estas recomendaciones y evitar una catástrofe el 28 de noviembre. Humildad, escucha activa, aceptar errores y corregir. Todo sea hecho por la paz.