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Honduras, potencia turística con pocas divisas

El turismo es una de las actividades básicas y estratégicas en la gran mayoría de los países. Tanto los países pobres como los ricos lo tienen dentro de sus fuentes vitales de divisas y, dentro de su PIB, PNB y balanza de pagos, como parte de la no siempre entendida producción terciaria, de similar trascendencia que los bienes.

A nivel mundial, los dos países con mayor cantidad de visitas de turistas del extranjero son Francia y Estados Unidos. Reciben aproximadamente 80 millones de turistas por año con ingresos de divisas promedio cercanas a los US$80 mil millones anuales.

Un claro indicio de que no solo los países pobres buscamos atraer divisas en turismo; los ricos también se afanan en esos negocios. Existen gran des potencias turísticas a nivel mundial y continental. Por ejemplo, Europa es un atractivo turístico aparejado con las corrientes migratorias que van más allá de visitar un lugar sino de trasladarse a trabajar y establecer domicilio por tiempo indefinido.

A países como España están llegando 70 millones o más de turistas cada año. En una línea similar Italia, Grecia, y así por el estilo. En el continente americano, sin duda, la potencia Estados Unidos es el mayor receptor de migrantes y, a su vez, de turistas a nivel mundial, por su variedad de sitios en todos sus Estados; Orlando en Florida y Hawái son apenas una parte representativa del universo de lugares visitados por extranjeros.

Como botón de muestra, Hawái, una isla equivalente a un poco más del 9% del territorio hondureño, aun en plena pandemia en 2020, registró 2.7 millones de turistas siendo normalmente al menos 10 millones de turistas (5 veces más que Honduras) como ocurrió en 2019 previo a la pandemia.

En el caso de Orlando (la “capital mundial de los parques”) recibió casi cinco millones durante 2022, entre turistas extranjeros especialmente canadienses y británicos, destacando también la llegada de casi un millón entre brasileños y mexicanos. Algo distantes, países latinoamericanos tan visitados y anhelados por las corrientes de turistas como México, el líder turístico indiscutible en el subcontinente con un poco más de 38 millones de visitantes en 2022; la mitad del turismo de todo el subcontinente.

Siempre con gran fuerza, siguen Colombia, Argentina y Brasil. Otros sudamericanos que no se quedan atrás como Uruguay, Chile y Perú. Significativa posición tienen también naciones caribeñas como República Dominicana, Jamaica, esporádicamente Cuba, Puerto Rico y otras naciones insulares. Sorprende entre las anteriores la recepción turística de República Dominicana con 7 millones de visitantes y más de US$8,000 millones de divisas en 2022, solo superada por México en visitas e ingresos.

Nuestro respeto, dominicanos. Entonces, ¿qué pasa con Honduras y su riqueza turística? Costa Rica sigue liderando la recepción de turistas que le aportan US$4,500 millones de dólares anuales; Panamá reporta US$2,500 millones; luego Guatemala y El Salvador con US$2,000 y 1,500 millones. Mientras Honduras y Nicaragua dan la impresión de seguir disputándose siempre el último lugar.

El punto es que, sin negar los atractivos de los demás países, difícilmente poseen tanta riqueza y potencial turístico como Honduras, con varias reservas naturales, tres fronteras terrestres, playas y clima; acceso a dos océanos; capacidad hidrográfica; segunda barrera coralina mundial; fabulosa riqueza arqueológica. Con ese potencial, Honduras debería tener al menos la misma entrada de divisas que tiene Costa Rica y no seguir estancado con 500 o 600 millones de dólares.