Me parecieron interesantes los consejos del psicólogo australiano Justin Coulson sobre cómo educar hijos respetuosos con las mujeres. Es necesario favorecer en el ambiente familiar una adecuada educación en este tema. Comentarios y actitudes machistas, violencia doméstica y acoso sexual son comportamientos que no aparecen de la nada. El psicólogo australiano, experto en relaciones familiares, ve evitables estos comportamientos si los padres están atentos a fomentar una adecuada educación en los hijos varones. “¿Cómo podemos llevar a nuestros chicos más allá de ese egoísmo miope? ¿Cómo enseñarles a ser sensibles, respetuosos, compasivos y amables?”, se pregunta Coulson, padre de seis hijas, en un artículo publicado en su blog https://www.justincoulson.com/respectwomen.
A los padres de niños menores de cinco años les sugiere que, para enseñar a respetar a las mujeres ellos mismos deben ser ejemplares. “Que respetemos a nuestros hijos, a otros adultos. (…) Que no golpeemos o amenacemos jamás a chicas ni a mujeres. Que las escuchemos y respetemos sus opiniones. Que no hablemos sobre ellas” a sus espaldas. Es necesario también emplear palabras amables y desterrar el “cállate” o “piérdete”. “Hablar respetuosamente transmite respeto”, señala el psicólogo. En la franja de cinco a 12 años, Coulson recomienda a los padres estar al tanto de los medios audiovisuales y redes sociales que los niños frecuentan, pues en muchos de ellos se encuentran con contenidos violentos que pueden parecer inofensivos pero marcarán en el futuro un estilo de relacionarse. En esas edades conviene “minimizar la exposición a juegos, películas o espectáculos televisivos que promuevan el irrespeto y la deshumanización”. Es importante saber adelantarse al acceso que puedan tener los hijos a la pornografía, pues hoy es muy accesible incluso para niños menores de 11 años. Un video pornográfico de hoy, dice el autor, no tiene nada que ver con el contenido inadecuado de los años ochenta: ahora “hablamos de contenido duro, violento, objetivamente degradante, que enseña a los chicos que las mujeres existen para ser objeto de violencia y de maltrato sexual”. Hace falta que los padres hablen sobre estos temas haciéndole ver a los hijos que estos contenidos deforman tremendamente la visión que tienen los hombres sobre la mujer. Con los adolescente que están entre los 12 y los 18 años, sugiere que se les hable de cómo fomentar relaciones saludables con las jóvenes, más allá de la “mecánica del sexo”. “Necesitan entender sobre contextos y compromiso. Cuando no hay un compromiso real, los hombres piensan que no hay sentimientos de por medio. Cuando separamos intimidad física de intimidad emocional, abonamos el terreno para una comunicación sexual equivocada y para la coerción sexual”. En esta edad –“los chicos deben tener claro que no pueden tocar a una mujer sin su consentimiento explícito”–, también se deben atajar comentarios sobre el sexismo, en el entendido de que frases como “las mujeres a la cocina”, que eran parte del “ser hombre”, no lo son realmente. “…la masculinidad ha cambiado, y necesita cambiar más. Cuando veas a tus hijos criticar a las mujeres (…) por cualquier otro asunto marcado por el género, llámales la atención. Hazles saber que el sexismo no es guay ni divertido”.