Una elección primaria es una competencia en la cual los votantes de un partido, bajo una jurisdicción territorial, seleccionan al candidato o candidatos que una agrupación presentará a una elección pública general. Es una forma democrática de preseleccionar a los personajes que un partido presentará a un proceso electoral posterior. Es con la segunda ola democrática, a inicios de los años ochenta, que esta se vuelve una práctica común en Latinoamérica, antes los partidos elegían a sus candidatos en reuniones cerradas de las cúpulas o como se dice “de dedo”. La Ley Electoral hondureña manda a que los partidos que no tienen corrientes internas realicen asambleas municipales y departamentales para elegir las autoridades de partido y los candidatos a cargos de elección popular. En el otro caso, cuando existe más de una corriente interna, obligatoriamente deben efectuarse elecciones abiertas y competitivas. Hasta ahora solo el Partido Liberal, Nacional y Libre han realizado este ejercicio simultáneamente, los demás, a través de asambleas de militantes. Pero las elecciones primarias abiertas son solo una forma de elegir candidatos, hay otras formas que se practican en Latinoamérica y en otras partes del mundo. Hay partidos que escogen a sus candidatos en asambleas o convenciones nacionales (generalmente estas son cerradas), o también realizan las nominaciones en reuniones cerradas. Hay casos que cuando hay varios aspirantes se efectúan sondeo de opinión pública para escoger el de mayor popularidad. Existen tres tipos de elecciones primarias, están las elecciones cerradas: en las que únicamente pueden votar los militantes inscritos en el partido, no así los independientes. Luego están las semicerradas: al igual que las primarias cerradas, los únicos habilitados para votar son los miembros registrados en un partido político. Sin embargo, a los votantes “no afiliados” también se les permite votar, y la tercera forma es la elección abierta, como en Honduras: un votante registrado o no en el partido puede votar en cualquier primaria, de cualquier partido, independientemente de su afiliación. Son pocos los países donde las primarias son financiadas con fondos públicos, Honduras está entre esas excepciones. Actualmente se habla que el costo de dicha contienda rondará los 1,200 millones de lempiras, dinero que no se tendrá debido al enorme déficit fiscal provocado por los gastos del gobierno para atender la emergencia del covid-19. Es por esa razón que los ciudadanos debemos plantear que las primarias sean financiadas en su mayor parte por los partidos y movimientos. Lo ideal sería que el gobierno no gastara dinero en ellas, pero como esto es algo muy difícil de alcanzar, entonces que solo se les apoye con el transporte y vigilancia de las urnas, facilitando las escuelas como centros de votación y desplegando auditores del Consejo Nacional Electoral. Vivimos tiempos de una crisis financiera extraordinaria, ojalá los políticos tomen conciencia de ello y desistan de la pretensión de obtener el 100% de financiamiento de las primarias. Solo la presión ciudadana puede provocar que no se gasten 1,200 millones en un proceso que se puede efectuar de forma mucho más modesta, siempre con transparencia e igualdad de condiciones