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El futuro de la auditoría es ahora

En la medida que las organizaciones ingresan a un futuro orientado por la tecnología y por la innovación, nos preguntamos ¿dónde está la auditoría interna? Muy a menudo, a pesar de los esfuerzos continuos para satisfacer la creciente lista de necesidades de los stakeholders, la respuesta es: la auditoría interna está intentando ponerse al día.

Sin aplicar nuevos enfoques, la función de auditoría interna se quedaría atrás ante los desarrollos estratégicos y tecnológicos, incapaz de satisfacer las necesidades de los stakeholders. La innovación posiciona a la auditoría interna para anticipar y luego responder de manera efectiva a las necesidades del stakeholder y equipa a los auditores internos para abordar de una manera útil e impactante los riesgos emergentes. Desde hace tiempo, nosotros hemos estado fomentando que la auditoría interna adopte nuevas herramientas y técnicas y que desarrolle las capacidades que se necesitan para responder de manera efectiva a los desafíos del presente. Es igualmente importante que la auditoría interna desarrolle una visión coherente tanto para la profesión como para la función. De acuerdo con un documento emitido por Deloitte, se denomina Auditoría Interna 3.0 a la próxima generación de la auditoría interna, una función que está sintonizada con los desafíos de los riesgos emergentes, tecnologías e innovación en la organización misma; una función plenamente capaz de ayudar en salvaguardar los procesos y los activos en la medida en que la administración busque nuevos métodos de crear y entregar valor, tal y como ocurre con cualquier versión nueva. Auditoría Interna 3.0 actualiza lo que necesita ser actualizado, ofrece nuevas características y funcionalidad, retiene y aprovecha lo mejor de las versiones anteriores, puede ser considerada un “sistema operativo” innovador que le permite a la profesión y a la función de la auditoría interna satisfacer mejor las necesidades tanto existentes como emergentes. ¿Dónde hemos estado? Hasta hace pocos años, el área de auditoría interna no había enfrentado la necesidad de innovar y mucho menos de reinventarse a sí misma. De acuerdo con recopilación de información por parte de Deloitte, podemos rastrear el nacimiento de la moderna auditoría interna –“Auditoría Interna 1.0”– remitiéndonos a la fundación del Institute of Internal Auditors (IIA) en 1941 y rastrear la “Auditoría Interna 2.0” mirando a Sarbanes Oxley y su impacto en la profesión de la contaduría. En el camino, desarrollos tales como la estructura conceptual de COSO, capacidades mejoradas como auditoría interna de TI y analíticas de datos, y orientación complementaria para mejorar la profesión luego de la crisis financiera global ayudaron a que la profesión avanzara. Con acceso a toda la información financiera y operativa, con la ventaja de conocer todos los objetivos actuales y futuros de todos los niveles en la toma de decisiones dentro de la organización y la crecientes oportunidad para usar datos externos, la auditoría interna está en la posición ideal para anticipar los riesgos y problemas que podrían afectar la capacidad de la organización para alcanzar sus metas.