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El efecto dominó del gobierno de Duque

El presidente Iván Duque Márquez está en la física olla pitadora, solo el 24% de los colombianos apoya su gestión de gobierno. Dice un refrán que más rápido cae un mentiroso que un cojo.

La estrategia política de la administración de Duque es empecinarse en ocultar sus responsabilidades en la crisis que vive Colombia, pero los efectos de aquella estrategia de manipulación está generando resultados profundamente contrarios. Entre más se empecina el presidente Duque, sus asesores, los miembros de su equipo de gobierno, los líderes de los partidos aliados y sus seguidores en negar las responsabilidades, del gobierno en la crisis, más se hunde y pierde respaldo en la opinión pública colombiana.

La estrategia de la negación no le está funcionando al gobierno y cada vez se erosiona más su poca credibilidad. Ahora, el gobierno entre más dilata los diálogos con los líderes de las protestas, entre más reprime a los manifestaciones, entre más asesinan y desaparecen manifestantes y despliegan por las redes sociales la repudiable estrategia de culpar al senador de la oposición y candidato presidencial Gustavo Petro de ser el único responsable de las protestas, se erosiona más la popularidad del presidente Duque.

La estrategia del gobierno del dilatar los diálogos con los representantes de los manifestantes paso a paso le pasa factura. De hecho, se cumplen más de ocho días de la instalación de la mesa de conversaciones con los representantes del Comité Nacional del Paro y los avances son pocos.

La estrategia del gobierno de Duque de buscar no ser responsable de nada sobre lo que pasa en el país, ni de los altos índices de pobreza y de desigualdades y, menos de las faltas de políticas para sacar a millones de colombianos de la pobreza y de la crisis económica. Tampoco responsable de aquella fallida reforma tributaria y de la soberbia que generó el estallido social.

Y en su lugar su estrategia publicitaria ha sido la de repartir las culpas de la crisis, entre otros: los “vándalos de izquierda”, los socialistas cubanos y venezolanos, las disidencias de las FARC, los guerrilleros del ELN, el gobierno del expresidente Santos y el senador Petro. Sin dudas una de las estrategias políticas más cínicas de un gobierno irresponsable.