El Observatorio Nacional de la Violencia presenta año tras año informes donde establecen los lugares (barrios, colonias y municipios) donde se cometen los hechos constitutivos de delitos, la hora, el día y las personas más afectadas.
Lamentablemente son las mujeres, los niños y los jóvenes en un 55% las principales víctimas de la violencia en Honduras. Esta evidencia debe preocupar al gobierno y a los partidos políticos porque el relevo generacional está en riesgo, no solo porque son amenazados, desplazados y víctimas, sino que también están migrando principalmente para los Estados Unidos. Abandonan el país y nos quedamos sin el talento humano que dará vida a este país.
Esta situación debe revertirse con estrategias que permitan reducir los factores estructurales de la violencia; si bien se ha logrado disminuir la violencia y que, según datos preliminares al mes de noviembre del 2016, se estima que la tasa final será superior a 59 homicidios por cada cien mil habitantes (5,154 homicidios), lo grave es que en la mayoría de los hechos el porqué les quitaron la vida queda sin información y en la impunidad, porque probablemente no será investigado ni capturado el hechor.
Lo que nos queda a los ciudadanos es establecer mecanismos para evitar más víctimas potenciales. Es sabido que los delincuentes o sicarios son motivados por recompensas (dinero), que seleccionan a sus víctimas y buscan la oportunidad para cometer el hecho. Usted debe analizar las actividades cotidianas que realiza (trabajo, entretenimiento, entradas, salidas y las horas más peligrosas para que circule por esos lugares), sin duda será menos probable que sea víctima porque no estará dando esa oportunidad.
El reducir la oportunidad para que se produzca un hecho donde usted sea el blanco potencial es importante; no olvide que los delincuentes están listos, tienen la motivación y solo esperan a la persona indicada, con las características necesarias para robarles, acosarlas, violarlas o quitarles la vida. Que sea un propósito de este año 2017 enseñarles a los niños y jóvenes las medidas de prevención de la violencia y convertirnos en agentes de paz.
*Directora de los Observatorios contra la Violencia de la UNAH