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Papa Francisco: principios para 'curar al mundo” de esta epidemia

El Papa una vez más nos sigue deslumbrando con sus magistrales e inéditas iniciativas. Ahora, nos presenta su brújula para orientar desde el Evangelio y los principios de la doctrina social de la Iglesia, a gobernantes, líderes sociales y a toda persona de buena voluntad dispuestas a encarar el futuro inmediato. El mundo después de la crisis por covid-19 va a ser muy distinto al que conocemos. Las iniciativas del Papa se plasman en tres acciones muy concretas: “la creación de una ¡Comisión Vaticana para el Covid-19!; la publicación del libro titulado “¡La vida después de la pandemia!”; propuesta de principios para “curar al mundo” de esta epidemia”.

La Comisión Vaticana para el Covid-19, conformada por expertos, se ocupa de analizar los desafíos socioeconómicos y culturales del futuro que trae consigo la pandemia de coronavirus y planteará propuestas de pautas para afrontarlos. La Comisión hará patente la preocupación y el amor de la Iglesia por toda la familia humana ante el covid-19. Uno de sus desafíos es “preparar el futuro” algo que la Iglesia solo puede hacer poniéndose a la luz del Evangelio y viviendo a la luz de la fe los problemas que se viven.

La Comisión que prevé cinco grupos de trabajo abordará los temas: «actuar ahora para el futuro; mirar al futuro con creatividad; comunicar la esperanza; buscar el diálogo y la reflexión común; apoyar para custodiar». La principal misión de esta comisión será la de escuchar a las iglesias locales para salvar vidas humanas y ayudar a los más pobres.

El propósito de escuchar a las iglesias locales, no es una cuestión de hacer proyectos o de proyectar cosas, es una escucha. Y de esta escucha, ir sacando conclusiones, ir buscando como tiene que mover toda la Comisión; sea en el grupo 2, que se encarga del análisis, sea el grupo 3, que se encarga de la relación con los estados. O sea, es una escucha a la Iglesia local y de allí, ir sacando información, sinergias, y colaboración.

“¡La vida después de la pandemia!” es el nuevo libro (68 páginas) que ilustra el pensamiento unitario del Papa, su visión acerca del futuro de la humanidad con un sentimiento lleno de amor y esperanza. El texto, en sí, es un esbozo de pautas para un esperanzador nuevo inicio que tenga el sabor de un renacimiento. Los ocho textos muestran el enfoque cálido e inclusivo del Papa, que no reduce a las personas a unidades para ser contadas, medidas y administradas, sino que todos juntos en la común humanidad y espíritu.

La narrativa trata de un alentador mensaje para la humanidad con dos claros propósitos: el primero es sugerir una dirección, algunas claves y directrices para reconstruir un mundo mejor que podría nacer de esta crisis de la humanidad. El segundo es sembrar esperanza en medio de tanto sufrimiento y desconcierto. El Papa basa claramente esta esperanza en la fe, “porque con Dios la vida nunca muere”.

El libro remarca la preocupación del pontífice ante la eventualidad que después de la pandemia, nosotros el Pueblo de Dios, volvamos a la misma situación anterior con sus desigualdades, injusticias, ambiciones desmedidas de poder, sin asumir la lección que corresponde extraer de esta dura prueba para la humanidad: “El riesgo, dice el Papa, es que nos golpee un virus todavía peor: el del egoísmo indiferente”. Es necesario que lo que nos está pasando nos sacuda por dentro y que todos nos reconozcamos como parte de una única familia y nos sostengamos mutuamente. El texto aboga por la globalización de la solidaridad: Si algo hemos podido aprender en todo este tiempo es que nadie se salva solo. En este tiempo nos hemos dado cuenta de la necesidad de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral. El libro nos ofrece un enfoque con algunas claves y directrices para reconstruir un mundo mejor sembrando esperanza en medio de tanto sufrimiento. Ahora más que nunca, son las personas, las comunidades, los pueblos quienes deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir.

Desde la encíclica Laudato Si, la Iglesia ha expresado su preocupación por la urgente necesidad de un desarrollo sostenible integral. El Papa, afirma:” Hemos fallado en nuestra responsabilidad como custodios y administradores de la tierra. Basta mirar la realidad con sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra casa común, la hemos contaminado, saqueado, poniendo en peligro nuestra propia vida”. El Papa reitera la invitación a una conversión ecológica que se exprese en acciones concretas, ya que hemos sido nosotros los que hemos arruinado la obra del Señor, que es la casa común.

Propuesta de principios para “curar al mundo” de esta epidemia, los principios que deberán tenerse en consideración para una reconstrucción a la luz del Evangelio son siete: Dignidad de la persona; Bien común; Opción preferencial por los pobres; Destino universal de los bienes; Solidaridad; Subsidiaridad; Cuidado de nuestra casa común.

La Iglesia es consciente que su misión no es dar indicaciones socio-políticas específicas. Esta es tarea de los dirigentes políticos y sociales. Sin embargo, inspirado por el Evangelio y por la doctrina social de la Iglesia, ha tenido a bien presentar las tres iniciativas antes expuestas con la esperanza que sean tomadas muy en cuenta y consideración para una reconstrucción de la economía mundial. Sin lugar a dudas las orientaciones del papa Francisco revisten una importancia capital, justo en un momento, en que la humanidad, sumida en un desconcierto generalizado, deberá poner a prueba su capacidad creativa e innovadora para definir las propuestas de apoyo, rescate y reactivación económica, social y ambiental. Revertir la crisis que estamos viviendo no es tarea fácil, menos aún si no se cuenta con unas orientaciones, directrices y lineamientos que a manera de instrumentos planificadores tracen un norte.