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Unplanned: un embuste desvelado

El fin de semana pasado entendí por qué causó tanto revuelo y controversia a nivel mundial la película “Unplanned”. Llevaba tres minutos cuando paré para asimilar lo visto. Abby Johnson, exdirectora en una clínica abortista en Texas, después de trabajar ocho años en puestos administrativos, es solicitada para asistir a un médico practicando un aborto. Cuando procede a succionar el embrión, Abby miró a través del ultrasonido cómo se resistía y hacía todo lo posible por conservar la vida.

Después de esta impactante escena, la protagonista comprende en un instante la verdadera dimensión y los traumas provocados por el aborto. Para la madre es un estigma difícil de superar, para la nueva vida significa ser la víctima inocente de un asesinato. En el resto de la película la protagonista cuenta su historia y cómo se fue introduciendo en ese desconocido mundo en el cuál las personas pasan a ser meros instrumentos y víctimas de la manipulación. Después de esta escena, Abby se encierra en una habitación para llorar sin consuelo el aborto de dos hijos propios y su colaboración activa en más de veinte mil.

Lo visto por sus propios ojos desbarató las mentiras pronunciadas por ella misma a miles de mujeres en busca de ayuda. Afortunadamente la película es una apología al perdón y muestra la existencia de alternativas al drama del aborto. No es casualidad la estadística de que siete de cada diez madres cambian de opinión sobre el aborto cuando ven a su hijo en un ultrasonido.

Un médico conocido menciona: “Si el vientre materno fuera transparente, ninguna mujer sería capaz de abortar”. Relato esto cuando unos días atrás, una vez más, alguien propuso en el Congreso Nacional la legalización de las llamadas “píldoras anticonceptivas de emergencia”. Me compartieron un video en el cuál el diputado Mauricio Villeda hace alusión al efecto abortivo de dichas pastillas, mencionado por los mismos fabricantes.

Afortunadamente las leyes hondureñas, la Constitución de la República y el Código de la Familia, amparados en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, defienden la vida humana desde el momento de la concepción.

Escuché a una médico diciendo que existen otras versiones de la “píldora del día después” sin el efecto abortivo. No soy médico, sin embargo, después de investigar diversas fuentes, no encontré dicha versión de esas pastillas.

En todas ellas, sus fabricantes dejan claro que el efecto abortivo entra en acción al fallar los otros. Tampoco es exacto afirmar que las “PAE” son una solución eficaz contra los embarazos en adolescentes. Diversos estudios muestran que en lugar de resolver el problema lo agravan. Como sabemos, la promiscuidad en la mayoría de los casos no se debe a las mujeres sino a los hombres.

Estos al tener acceso despejado al aborto, en cualquiera de sus formas, lejos de enmendar su conducta, ven en estos medios una forma de perpetuar sus abusos. Al final, la solución no son los anticonceptivos sino la educación en la fidelidad matrimonial, el fortalecimiento de la familia y en una adecuada educación en la afectividad para los jóvenes. La película “Unplanned” deja al descubierto una industria internacional de millones de dólares sostenida con seudoverdades científicas. Es una historia interesante sobre las víctimas de quienes pretenden ser jueces sobre la vida o muerte de otros.