Cartas al editor

Vacunas y desorganización

Una vez más, la mala organización y la falta de respuesta del actual gobierno ante la problemática de la pandemia queda al descubierto, pues en el mismo centro de vacunación les dieron distinta fecha para aplicarles la segunda dosis, los médicos están diciendo y los países de primer mundo están vacunando a sus ciudadanos con un máximo de veintiocho días, mientras que aquí la segunda cita la dejan hasta dentro de dos meses, y en muchos otros casos hasta dentro de tres largos meses, ¿será que dentro de este lapso la segunda dosis aún es efectiva? Podemos esperar entonces que la Secretaría de Salud dirigida por una pedagoga ignore la importancia de poner la segunda dosis sin dejar tanto tiempo, o acaso el gobierno porque es año político sabe que la segunda dosis solo es efectiva si se aplica en el tiempo ya antes mencionado, y más adelante dirán que estamos en una situación crítica porque los que no se pusieron la segunda dosis en tiempo y forma no están protegidos y la reactivación del país en todos sus ámbitos seguirá atrasándose y nuestro país se seguirá hundiendo en la miseria, miseria que cada día se acrecienta, porque la falta de decisiones oportunas y certeras es algo que ha faltado para el buen manejo de esta situación.

Los anuncios de la compra de vacunas se publican, pero los meses pasan y las vacunas no llegan. En donde se está vacunando a las personas dejan que los habitantes hagan grandes filas, y desde tempranas horas, para luego decirles que ya no hay más dosis, es irrisorio como en pequeñas situaciones dan a conocer las falencias que tienen.

Finalmente, no podemos esperar mucho cuando vemos que las cosas en nuestra tierra funcionan muy diferente a lo que en realidad debería de pasar. En Estados Unidos una universidad se encarga de llevar las estadísticas sobre los casos del covid-19, e acá es una institución que apenas tiene un par de años y que en esos años su existencia en poco o nada ha beneficiado al pueblo hondureño. Las gestiones para todo se hacen tarde, mientras que vacunarse a un año de pandemia es un logro.