En mi artículo titulado “Alianza con Dios o con el diablo”, del 19 de octubre de 2021 en este mismo espacio, advertí: “Como es de todos conocido, los fundadores de Libre son amigos públicos de personajes como el dictador Nicolás Maduro, un político y dirigente sindical venezolano quien llegó al poder con el Partido Socialista Unido de Venezuela. Nadie podría haber imaginado el gigantesco saqueo de recursos públicos que ocurrirían durante su dictadura. Y el repunte de la pobreza extrema o la pobreza total.
El 94% de los venezolanos reside en hogares que no perciben los ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas. Venezuela se posiciona en América Latina como uno de los de mayor inactividad en la región”.
Nicolás Maduro es, lamentablemente, el protagonista de un capítulo muy triste para su país y también para América Latina, pues de acuerdo con serios señalamientos y acusaciones del Departamento de Justicia de EUA: “El presidente de Venezuela coordinó las relaciones exteriores con Honduras y otros países latinoamericanos para facilitar el tráfico de drogas a gran escala”.
La organización no es propiamente un cartel, puesto que no controla los medios de producción, distribución, comercialización o los precios de las drogas, su papel era transportar la cocaína producida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de Venezuela a Honduras y México para ser transportada hacia EUA por el cartel del Pacífico, y a otros países como República Dominicana y Surinam para ser distribuida en Europa y África”.
El gobierno actual de Honduras debe después de ser públicas estas serias acusaciones evitar vínculos o muestras de simpatías con el “gobierno” de Venezuela, que tanta desgracia le ha traído a su nación y ha comprometido la nuestra. Pues como dice el refrán “Dios los cría y ellos se juntan”, que se usa cuando las personas comparten ciertas características de personalidad y conducta.
