Cartas al editor

¿Qué pasa en Nicaragua?

Nicaragua es un Estado que tenemos como hermana República, colindante con Honduras en diversos puntos, sin embargo, a lo interno, lo que conocemos y sale a la luz pública es la dictadura tiránica y perversa que existe desde hace muchos años. Donde hemos visto recientemente cierres de universidades, persecución política a los líderes de oposición, ataques frontales a grupos religiosos y sociedad civil. Esto es lo que vemos en medios de comunicación y redes sociales, no obstante, para dar sustento a ello, haré mención del último informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el cual habla sobre el cierre del espacio cívico en Nicaragua, donde se percibe una estrategia estatal represiva que suspende derechos y libertades de la población nicaragüense, para la CIDH es importante el papel de la sociedad civil en el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho. En ese sentido, resalta la CIDH que toda esta restricción y violación de derechos por parte del gobierno de Nicaragua ha sido posible debido a la subordinación de todos los poderes públicos al Poder Ejecutivo, por lo que no hay frenos y contrapesos. Donde se logra concluir que no existe ningún espacio cívico. Este tipo de actuaciones generan un poder autoritario y hegemónico perverso, que busca concentrar y manipular el poder, entendiendo nosotros que el poder le corresponde al soberano, no a una persona, y mucho menos a una persona y su esposa, parte de la finalidad de un Estado es garantizar los derechos a sus ciudadanos, es decir, garantizar el bien común. Y esto es lo que se tergiversa cuando existe una concentración masiva de poder, ya que, en puestos claves hay personas que no son independientes y obedecen a su jerarca. En Honduras, hemos tenido situaciones similares, donde históricamente los poderes se han repartido como botín, por eso estamos como estamos. El hecho que esto haya sucedido en el pasado de Honduras, no quiere decir que ahora sea correcto. ¡Como hondureños debemos estar vigilantes!