Existen grandes grupos de comunicación en Honduras. Estos grupos suelen tener una presencia dominante en la mayoría de los mercados.
El propietario de un medio de comunicación fue condecorado con el Premio “Álvaro Contreras”, el máximo reconocimiento que el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) otorga anualmente a aquellos profesionales de la comunicación que se han destacado por sus méritos en el ejercicio de su trabajo.
Un análisis severo que permite medir cuánto mérito tiene. Primero: en el canal de don Eduardo ¿hay o existe el “derecho a la comunicación”, “libertad de información” y de “libre circulación de la información”? O es una industria cultural, un centro de polémicas crecientes sin sentido que empiezan a colmar el vacío inédito de las telecomunicaciones.
La gente se pregunta a menudo sobre el papel que desempeñan los periodistas. No obstante, los periodistas están en vías de extinción. El sistema ya no quiere más periodistas. En este momento, puede funcionar sin ellos o, digamos, con periodistas reducidos a meros obreros de una cadena de montaje, es decir, meros trabajadores que hacen retoques en los partes de agencia. Es necesario ver lo que son las redacciones actuales.
La gente conoce a los periodistas famosos y que son magnates que presentan los telediarios de la noche, pero detrás de ellos se esconden miles de periodistas que, sin embargo, son los que alimentan la maquinaria.
La calidad del trabajo de los periodistas se encuentra en retroceso, al igual que su status social. Se está produciendo una finalidad de mejorar la eficiencia del sistema y aprovechar mejor los tiempos.
Nada importan las habilidades de los integrantes de la cadena, porque al ser desagregadas las funciones basta con que cumplas la que se te asignó. Valor económico. Es parte integral de los miembros de Colegio de Periodistas para condecorar a un magnate.
