El operativo de limpieza realizado a nivel nacional el pasado fin de semana para combatir el dengue bien pudo llamarse el “Día de la Vergüenza”, pues deja en evidencia que el Estado actuó extemporáneamente y con negligencia ante una enfermedad prevenible.
Este tipo de acciones solo las puede realizar el Estado con su capacidad logística, económica y de personal calificado o voluntarios. También quedaron mal parados los líderes patronales y de las municipalidades que deben mantener limpias sus comunidades todo el año y cada habitante y los medios de comunicación al no asumir un rol activo permanente y de prevención en el combate de un mosquito que se sabe de antemano cuáles son sus motivos y meses de mayor actividad y proliferación. A continuación, como un aporte a la comunidad, comparto con ustedes cinco mitos y realidades sobre el dengue:
El dengue se reproduce en agua sucia (falso). El mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad del dengue, vive en aguas limpias que no lleven mucho tiempo estancada y se caracteriza por ser domiciliario.
El medicamento Paracetamol daña el hígado (falso). El paracetamol es un medicamento seguro y el único indicado para tratar los síntomas del dengue.
El dengue se transmite de persona a persona (falso). Solo se transmite mediante la picadura de un mosquito infectado. Cuando un Aedes aegypti pica a un paciente con dengue, succiona de su sangre el virus y lo almacena en sus glándulas salivales para transmitirlo en la siguiente picadura. No se transmite por vía sexual ni directamente de persona a persona.
Existen grupos de personas que no se pueden infectar con dengue (falso). El mosquito puede transmitir este virus y enfermedad a todas las personas por igual, sin importar edad, sexo o clase social.
La automedicación siempre combate los síntomas (falso). No existe ningún medicamento en la actualidad que cure el dengue, por lo cual se recomienda prevenir esta enfermedad con el uso de la vacuna Dengvaxia, que ha demostrado ser efectiva para reducir los casos graves.