Cartas al editor

La migración del talento

Fuera de su tierra de origen, muchos hondureños logran el reconocimiento de su talento y su valoración por sus aportes dentro de distintas áreas como las ciencias y la salud.

Mientras no se sigan creando oportunidades e incentivos, la migración de personas altamente calificadas, o mejor conocida como la fuga de cerebros, no habrá desarrollo y cambios trascendentes en el país.

Esta pérdida nacional de recursos humanos es provocada por la inseguridad, la falta de empleos y la corrupción.

Otros países que son potencias mundiales fijan su interés para captar y atraer a personas calificadas reconociendo su potencial para la construcción de sus
economías.

Para los países en vías de desarrollo como Honduras, es perjudicial coartando las posibilidades de innovación y de transformación para poder salir adelante.

Un estudio formal permitirá conocer el impacto.

Muchos hondureños desalentados por la situación del país se marchan antes de que mueran sus sueños manifestándose en las caravanas de migrantes.

Otros buscan becas en universidades donde se ofrecen especia-
lizaciones.

Además, los pocos trabajadores con una educación superior buscan empleos donde se les retribuya de manera justa e igualitaria, sobre todo en un salario digno y otro tipo de condiciones que los motive a establecerse fuera de su tierra natal. En la actualidad también se discute de los retornos de estas personas mediante la implementación de programas y políticas públicas que motiven a que regresen.

En Honduras hay una escasez de personas con posgrados universitarios y no siempre trabajan de acuerdo con su
especialización.

También influye que solo se puede conseguir un trabajo si tiene alguna afiliación a un partido político, tener “conectes” e incluso pertenecer a una clase social media o alta.

Se estima que más de 100 mil hondureños emigran al año según el Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo Humano (Fosdeh).