El día viernes 23 de septiembre del año en curso se desarrolló el partido de fútbol amistoso entre las selecciones de Argentina y Honduras en la ciudad de Miami, Estados Unidos.
Como de costumbre el resultado frente a este tipo de rivales fue negativo, ya que perdió nuestra Selección de Honduras por un marcador de 3 por 0.
Lo que nos preocupa en el ámbito futbolístico es el hecho de que durante todo el partido nuestra Selección no pudo ni realizar un disparo a portería contraria.
Si la lógica del fútbol es ganar un partido anotando más goles en la portería contraria, es desarrollar lo contrario, si desde el inicio las instrucciones son solo defender, es decir, no tendremos la mínima posibilidad de obtener por lo menos la alegría de poder gritar un gol.
Un partido amistoso, como este caso, debería ser un emparejamiento futbolístico de intentar realizar esquemas que permitan algo más que dejar que el otro equipo te domine, te gane y no se pueda intentar atacar.
Algunas opiniones que faltan a la verdad dicen que vamos por buen camino, se terminaron aquellos tiempos donde en el Mundial de 1982 atacamos y marcamos goles, aunque no clasificamos a la segunda ronda, o el tercer lugar en la Copa América, con jugadores combativos pero con entrenadores que llevaban a nuestros jugadores a intentar jugar.
Con el esquema colombiano y la corrupción de algunas autoridades de nuestro país en la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) nos llevaron a dos mundiales que en uno de ellos la única opción desarrollada con un final feliz fue el gol de Carlos Costly en el Mundial de Brasil en el 2014.
Seguiremos soñando y esperando aquellas grandes hazañas del pasado, donde directores técnicos hondureños nos llevaron a esos momentos felices.
