Al parecer Honduras el país más pobre de Latinoamérica cuenta con una amplia gama de personas con un gran expertiz en cuanto a temas de política, y aparte son también grandes ejemplos, sí de buena moral y costumbre hablamos.
En nuestro país se empieza a gestar una nueva y particular raza entre la sociedad hondureña, esta nueva especie está queriendo nacer con el único fin de resolver la gran crisis que hunde cada día más a nuestra amada nación, y pues, la fórmula me parece sencillamente extraordinaria.
Así como las chicas Súper poderosas nacen a base de flores y muchos colores, más la sustancia X, para arreglar una situación de décadas y problemas interminables y hasta milenarios, solamente se necesita hacer una cohesión, entre pastores y políticos, pues ambos manejan de forma locuaz del discurso, ambos manejan las masas, y también las masas grises de muchos que vendados se encuentran por la venda de la ignorancia.
Es esta nueva cúpula quien está lista para asumir los nuevos retos, es a través que desde sus trincheras, sus iglesias, le harán frente a combatir la miseria, la falta de oportunidades laborables, de salud, educación, y ese flagelo que estoy seguro ellos, hombres de Dios, pulcros, si podrán derribar así como David venció a Goliat, ellos y solamente ellos, sí podrán vencer al Titán de la corrupción.
Quién más que un Apóstol, así mismo llamado por ellos, para lograr cambios, pues ellos son los escogidos para transformar esta política, llena de iniquidad, en donde ahora se les encomiará en manera noble, pues ellos que están libres de pecado son los más indicados para salvar esta nación, con falta de valores, con falta de querer seguir viviendo, de irle mostrando a la sociedad las buenas doctrinas de nuestro señor Jesucristo, y actuar de esa forma tan inocua, nuestros políticos para la sociedad, un ente que de corrupción está muy poco contaminado y que se ha dedicado solamente hacerle el bien, a quien sin hasta el momento no le ha reprochado nada, a quien nunca ha desobedecido un precepto imperial, está lista para recibirlos con los brazos abiertos, así como nuestro padre los recibirá allá en el cielo..